Walter Juárez Estrada
Los 12 años en que funcionó la CICIG dio las primeras pinceladas para iniciar la cacería contra la corrupción, logrando en 2015, el encausamiento de dos piezas importantes del Ejecutivo, que de la mano del pueblo fueron encausados Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, políticos de primera fila, empresarios, gente ligada a narcos, que guardan prisión y esperan una condena de por vida, por el saqueo que hicieron de la hacienda pública, pende que sigan rodando cabezas y que el nuevo gobierno cumpla con las promesas para evitar la lacra que por años ha tenido en abandono al guatemalteco.
La mayoría de honrados lamenta que no se haya renovado el acuerdo para que ese ente de la ONU no continuara con su labor anticorrupción, cuestionando al mandatario Morales, por su torpeza de no renovar el mandato que dio vida a la CICIG, que en sus años de vigencia tuvo de comisionados a tres extranjeros, Carlos Castresana, Francisco Dall’Anese e Iván Velásquez, éste fue drástico en el acompañamiento que le dio al MP en la gestión de Thelma Aldana, que en los últimos meses de su mandato, impulso su precandidatura presidencial, que no tuvo éxito al imputarle varios delitos que no desvaneció en los tribunales.
El desafío que tiene la fiscal Consuelo Porras, es de dimensiones profundas y cumplir sin dobleces con lo que norma la Constitución y su ley orgánica, como es…“auxiliar de la administración pública y de los tribunales…” hay muchos casos que no han sido denunciados en los órganos jurisdiccionales y los sindicados siguen haciendo negocios turbios en los organismos del Estado y es aquí… donde el pueblo debe exigirle a la fiscal Porras, que esa entidad luche contra la impunidad y fortalecer a la FECI, darle las herramientas y la confianza para que la corrupción no siga causando daño a millones de guatemaltecos, que quieren seguridad, salud, educación y resolver las carencias que por décadas hemos sufrido.
La CICIG sigue siendo una necesidad. Se creó en el gobierno de Berger, como fiscal Juan Luis Florido, sustituido por Claudia Paz-Paz Bayli, y Aldana, que con el colombiano Velásquez, libró una dura batalla contra la corrupción. La fiscal Porras no debe manejarse de los políticos hacer las denuncias conducentes evitar que asalten el Organismo Judicial, entidad que debe cambiar con jueces honrados no vinculados a la política criolla que ha sido la responsable que nadie crea en la justicia, con los actuales magistrados de la CSJ, elegidos por diputados del ex PP y Lider extinguidos y ese situación debe cambiar.
El presidente electo Giammattei ha dicho que dará todo el apoyo al MP con una comisión anticorrupción, pero se debe ir al fondo y darle continuidad a lo que aún está pendiente y es la fiscal Porras que debe dar muestras de capacidad y carácter y no dejarse manipular por las mismas estructuras de siempre enquistadas en los partidos políticos y en los organismos del Estado.