Edgar Villanueva
La elección del domingo nos trae una gran oportunidad pues el Presidente electo, Alejandro Giammattei, apenas empieza a integrar su equipo y delinear lo que tendrá como prioridades para los próximos cuatro años. Esto abre una puerta para que pongamos nuestra energía, nuestro tiempo y nuestro cerebro a trabajar en propuestas que pudiéramos hacer llegar al nuevo equipo que integrará el Ejecutivo. Entiendo que mi propuesta puede parecer ilusa, pues todos pensamos que el ciudadano está muy lejos del poder, y que nadie nos va a hacer caso, pero créanme este es un mejor uso de nuestro tiempo que invertirlo en ese espiral tóxico de críticas que nos ha polarizado y que nos tiene en un constante desánimo.
Cambiemos de chip. Tenemos cinco meses para poner en blanco y negro nuestras propuestas y buscar un canal para hacérselas llegar a quien nos gobernará a partir de enero. Invirtamos nuestro ingenio en propuestas e involucrémonos como ciudadanos y olvidemos la comodidad y el vergonzoso anonimato de las redes sociales.
Yo quisiera iniciar con tres propuestas para el futuro Canciller de la nación. La primera, en caso no se haya logrado para el inicio de la gestión del Presidente electo Giammattei, sería la priorización de la negociación de la entrada de Guatemala al TLC con Corea del Sur. Entiendo que este proceso está bajo la responsabilidad del Mineco, pero el Minex también juega un papel importante para dinamizar el tema de comercio exterior.
Segundo sugiero, en caso no se haya logrado para ese momento, comunicar con mayor claridad el procedimiento a seguir y las implicaciones del acuerdo migratorio que se acaba de firmar con Estados Unidos, así como los potenciales anexos que se firmen al mismo. Este acuerdo, además de grandes responsabilidades, también tiene la potencialidad de traer cosas positivas para Guatemala y el nuevo Gobierno podría agregar algunos temas a la mesa con la intención de generar beneficios comerciales, laborales y políticos para el país.
Finalmente, considero que otra acción importante sería abrir una mesa de negociación con México enfocada en nuestro intercambio comercial. Guatemala, en lo que va de 2019 ha exportado a México un tercio de lo que ha exportado a El Salvador y casi lo mismo que ha exportado a Costa Rica. México es un mercado de 130 millones de personas y El Salvador y Costa Rica juntos, uno de 11 millones de personas. Hay algo en esta ecuación que no cuadra y que puede ser explotado por nuestras nuevas autoridades en beneficio de nuestro país. Si México desea ayudar a detener la migración, tal y como lo ha expresado el presidente López Obrador, no necesita darnos dinero, suficiente con que abra sus fronteras y simplifique sus procedimientos para que Guatemala pueda exportar sus productos a territorio mexicano. En este objetivo, Estados Unidos puede jugar un buen papel importante para convencer a nuestros vecinos del norte.
Espero continuar, en las próximas semanas con algunas recomendaciones para otras carteras y consumir mi energía en propuestas positivas.
