Cartas del Lector

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Félix Loarca Guzmán

Con el ascenso a la Presidencia de la República del médico derechista, Alejandro Giammattei de 63 años de edad, las élites económicas y sociales de Guatemala, consolidarán su poder, estableciendo un fuerte muro que impedirá los cambios sociales que el pueblo demanda.

Es un secreto público que el ahora Presidente electo alcanzó “el triunfo” en la Segunda Vuelta Electoral, gracias al respaldo de las cámaras patronales y particularmente del magnate de la industria del pollo frito.

Es importante señalar que el compañero de la planilla de Giammattei como candidato a la Vicepresidencia de la República, el señor Guillermo Castillo, es un alto personero de la Cámara de Comercio, una de las principales organizaciones patronales del país.

Entre los primeros nombres de quienes integrarán el gabinete del nuevo Presidente destaca la figura del señor Antonio Malouf, ex presidente del CACIF, la poderosa entidad que aglutina a la clase dominante del país.

No cabe la menor duda, que el nuevo gobierno favorecerá al gran capital y estará supeditado a los intereses imperiales del norte del continente.

Con motivo de la Segunda Vuelta Electoral, lamentablemente hubo una campaña negra haciendo aparecer a la candidata de la UNE como socialista. Recordemos que el término socialista es una mala palabra en un país de escasa cultura política como Guatemala.

Desde 1954 cuando se produjo el derrocamiento del presidente nacionalista, Jacobo Árbenz Guzmán, mediante una invasión armada de mercenarios organizada por la compañía frutera UFCO y la Agencia Central de Inteligencia, CIA, de Estados Unidos, una de las principales acusaciones contra aquel gobernante progresista fue que era comunista.

Varios años después, documentos desclasificados en Estados Unidos, pusieron al descubierto que tal acusación era falsa y que todo obedecía a una patraña para justificar la invasión alentada por los hermanos Dulles, uno de los cuales era el Secretario de Estado y el otro, Director de la CIA: Los dos eran importantes personeros de la empresa frutera.

En el presente caso, muchos “ingenuos” que sólo repiten lo que oyen, expresaron en programas radiales de teléfono abierto que con la victoria de Giammattei, se había derrotado al socialismo. La verdad es que la señora Torres está muy lejos de ser socialista, pues en su trayectoria política, siempre se ha identificado con los intereses de la derecha vergonzante.

Pero volviendo a la elección de Giammattei, además de enfrentar los más urgentes desafíos como la creciente inseguridad ciudadana y las notorias deficiencias en los campos de la salud pública y la educación, así como el tema migratorio, tendrá que trabajar muy fuerte para llenar los vacíos de falta de legitimidad y de representatividad con que fue electo, pues llega al poder con muy poco respaldo del pueblo.

Para decirlo en forma resumida, obtuvo la victoria con la mayoría de una minoría que acudió a las urnas electorales, pues en esa elección el gran vencedor fue el abstencionismo electoral estimado en casi el 60 por ciento.

 

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