Le ofrecieron poner a Guatemala de alfombra para convertirla en modelo represivo para contener la migración, actuando como si el país fuera de su propiedad y ellos pudieran disponer tranquilamente del futuro de una nación y de sus habitantes. Con secretismo habían pactado la creación del Tercer País Seguro, de acuerdo a lo que el mismo Trump informó ayer, y cuando la Corte de Constitucionalidad aceptó un amparo que pretendía evitar el abuso de poder que estaba cometiendo Morales con sus achichincles Jovel, Espina y Degenhart, la emprenden en contra de ese tribunal que recordó que cualquier acuerdo o convenio internacional con esas características tendría que ser aprobado, antes de su ratificación, por el Congreso de la República.

Fueron ellos mismos los que aconsejaron a Trump que lanzara la sonora amenaza de poner aranceles a las importaciones desde Guatemala y establecer un impuesto a las remesas familiares, sabiendo que ello haría que los otros que se sienten dueños de la finca se asustaran y se sumaran al ataque contra la Corte de Constitucionalidad. Gente que no entiende que un tribunal constitucional no está para alentar la economía que se basa en la ilegalidad y la corrupción y que pregona que la CC está ahuyentando la inversión extranjera cuando exige el cumplimiento cabal y exacto de las leyes a los inversionistas acostumbrados a que, a cambio de una jugosa mordida, se les facilite todo trámite.

No importa que Trump no pueda imponer aranceles ni impuesto a las remesas sin la aprobación del Congreso. Lo que buscaban era revivir la vieja alianza de 2015 con los mismos cabezones del CACIF que financiaron la campaña de Morales y luego pidieron perdón del diente al labio. Y lo lograron porque el coro empresarial en lugar de rechazar el burdo chantaje de Trump la emprendió con el principal enemigo de Morales que ha sido una Corte de Constitucionalidad que le ha frenado sus barbaridades. No les importa atentar contra el Estado de Derecho si protegen sus intereses y el derecho de su nariz porque así ha sido siempre. Todo tiene que supeditarse a su conveniencia y para ello es que tienen cooptado al Estado guatemalteco.

La crisis, y las amenazas de Trump, son producto de la actitud de Morales y su entorno al haber ofrecido en bandeja a todo un país para que sirviera a su reelección. Ellos mismos le dijeron que con esa amenaza aquí todos se iban a zurrar y que el gran poder económico aplaudiría un manotazo contra la CC, mismo que está en marcha.

Redacción La Hora

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