Edith González
La vida moderna y sus comodidades nos están llevando a adquirir enfermedades relacionadas con el sedentarismo ¡ah! y si a ello sumamos la calidad de comida y sus componentes, pues bien, fácil es darse cuenta que vamos por mal camino.
Es increíble cómo cada día conocemos más personas que padecen de diabetes, o que nos dicen bien, yo tengo principios de diabetes, sin embargo los vemos consumiendo productos prohibidos para las personas que padecen esa enfermedad. Todos hemos escuchado la historia de una persona que dice me asusté y me cayó la diabetes. Lo que según los médicos no es cierto, la enfermedad ya estaba alojada, pero un incidente fuerte desata sus características y la hace visible.
Una recomendación para las personas que tienen diabetes es hacer ejercicio, no importa en dónde ni cuándo, porque no se trata de formar campeones, sino de desgastar el azúcar, las calorías. La prevalencia casi se cuadruplicó entre 1980 y 2016, posiblemente en relación con la “epidemia” de sobrepeso y obesidad. Este patrón de prevalencia creciente ocurrió tanto en los países industrializados como en aquellos en desarrollo, expresó la doctora Albai O, Frandes.
También se ha comprobado que los pacientes con diabetes tipo 2 y deterioro cognitivo leve a grave tienen más probabilidades de padecer demencia, de modo que la función cognitiva debe controlarse con regularidad debido a que la diabetes es una enfermedad que tiene consecuencias muy adversas sobre la calidad de vida de la persona y en los sistemas de salud.
En general, se acepta que la diabetes se asocia con deterioro cognitivo, sobre todo en los pacientes de edad avanzada, y con mayor riesgo de aparición de demencia, incluidas la enfermedad de Alzheimer y la demencia vascular.
Dado que la diabetes y las comorbilidades asociadas incrementan el riesgo de deterioro cognitivo y de progresión a la demencia, la identificación de los factores de riesgo representa un desafío clínico.
En los pacientes con diabetes tipo 2, dice la doctora, la demencia compromete la funcionalidad física y mental y aumenta el riesgo de complicaciones crónicas y de mortalidad. Es fundamental identificar precozmente el deterioro cognitivo leve, DCL a fin de implementar las estrategias necesarias para reducir el riesgo de progresión a la demencia.
Los hallazgos de la doctora Frandes sugieren que la diabetes tipo 2 incrementa el riesgo a largo plazo de aparición de la demencia, como también la probabilidad de progresión del DCL a la demencia.
El riesgo de enfermedad de Alzheimer y de demencia también podría ser más alto en los pacientes con prediabetes y se observó que alrededor del 80% de los individuos con enfermedad de Alzheimer también tienen trastornos en la homeostasis de la glucosa.
La diabetes, por su parte, acelera el deterioro cognitivo y aumenta el riesgo de aparición de la demencia. Así que ahora que lo sabe, cuide su salud y la de sus seres queridos, motíveles al ejercicio, que puede ser una caminata, trabajar en el jardín o algo más divertido como salir a bailar. Y la sana alimentación.