Edgar Villanueva
edgarvcoluma@gmail.com
La semana pasada expuse sobre los nuevos planes para el desarrollo integral de Centroamérica apoyados por Estados Unidos, México, y ahora, la Unión Europea. A grandes rasgos exponíamos sobre que ya existen planes que pretenden generar las condiciones en los países de origen para prevenir la migración irregular y que, sin embargo, estos no han obtenido los resultados deseados.
Coincidentemente (aunque se dice que en la política no hay coincidencias), el Plan Integral de Desarrollo para Guatemala, El Salvador, Honduras y México fue oficializado esta semana con el apoyo de la Unión Europea. El Plan emana del mandato que estos países dieran a la CEPAL para desarrollar un plan que diagnosticara y presentara recomendaciones para desarrollar la región y para contener los procesos migratorios actuales.
Este Plan tiene como punto de partida cinco causas de la migración en la región: a) el crecimiento insuficiente con pobreza y desigualdad; b) el alto crecimiento demográfico en ciudades con gran rezago rural; c) la proliferación de sequías e inundaciones; d) la violencia; y, e) la diferencial salarial con Estados Unidos. Asimismo, se funda en cuatro pilares, solicitados por los Gobiernos de la región a la CEPAL: a) desarrollo económico; b) bienestar social; c) sostenibilidad ambiental y gestión de riesgos; y, d) gestión integral del ciclo migratorio con seguridad humana.
Me parece interesante que el Plan tiene subtemas a desarrollar dentro de cada tema general, como, por ejemplo: eliminar privilegios fiscales, impulsar proyectos de infraestructura regionales o promover movilidad laboral. Sin embargo, con la excepción de algunos temas de infraestructura, el Plan carece de especificad o de “entregables”. Menciono esto, porque en mi relativa corta vida he visto tres diferentes esfuerzos regionales para el desarrollo de Centroamérica y todos han tenido grandes ideas y grandes retos que abordar, pero todos han carecido de especificidad.
¿Y a qué me refiero con especificidad? Por ejemplo, el plan establece como uno de los subtemas: establecer cadenas regionales de valor, con énfasis en incorporación de las micro, pequeñas y medianas empresas. Esto se oye fenomenal, pero ¿dónde empezamos? ¿Qué cadenas de valor? ¿En qué sector? Entiendo que responder a estas preguntas es difícil, porque si apoyamos a los agricultores, estamos dejando fuera a los artesanos y a muchos otros micro, pequeños y medianos empresarios, pero es precisamente ese el trabajo que Gobiernos, sectores privados (a los cuales no veo incluidos en el Plan) cooperación internacional y CEPAL deberían de hacer. Especificar, decidir y promover el desarrollo en algunas áreas estratégicas, pues la experiencia nos dice que no podremos hacer todo al mismo tiempo. Si fuera así, los subtemas dirían algo como: establecer cadenas de valor en la región centro y occidente de Guatemala para pequeños productores de mini vegetales para su exportación al mercado mexicano y estadounidense. Entiendo que esto es más fácil decirlo en una columna de opinión que hacerlo realidad, pero ¿no creen que ya tenemos suficientes diagnósticos y estudios macro como para acercarnos al micro? Podemos cometer errores, pero nuestros pueblos nos exigen pasar del PowerPoint a la acción y eso solo se podrá hacer priorizando, identificando y decidiendo.