Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
jorgemoralestoj@gmail.com

Muchos partidos políticos y algunos de sus “máximos dirigentes” están denunciando fraude y llamando a la repetición de elecciones, sin fundamentos, sin escrúpulos y tratando de manipular a la opinión pública, especialmente, a través de las redes sociales. Es evidente que algunos candidatos en el ámbito nacional y municipal pretenden generar un clima de confusión y están llamando a la repetición de las elecciones con fines perversos.

Se hace imposible que más de miles de ciudadanos que colaboraran en todo el proceso electoral, se presten a un mal llamado “fraude” y favorezcan a un determinado partido o candidato. Es materialmente imposible que se puedan suplantar las papeletas electorales y manipular el voto y la voluntad ciudadana o cambiar resultados electorales. Lo que ha habido son problemas en la digitalización de la información y deficiencias en el traslado de actas.

Es innegable que nuestro sistema electoral tiene fallas. Uno de los grandes temas que hay que revisar y debe normarse es el tema del acarreo del voto. En este asunto, todos los partidos han incurrido en esa vieja y anómala forma de comprometer a los votantes. Hace algunos años, de forma discriminatoria existió transporte gratuito para la ciudad y no para las áreas rurales. En ese sentido, debería analizarse la implementación de transporte gratuito para todos los votantes sin discriminación alguna; hay que recordar que la democracia tiene sus costos, y se deben asumir. Otro asunto que hay que abordar es la compra y venta de votos.

Es evidente la existencia de un mercado de votos, en el cual, los políticos tradicionales se dedican a ser los mejores postores y muchos votantes caen en las redes de compradores y terminan cediendo y vendiendo su voto. El tema de compraventa de votos es un problema en muchos países y es uno de los retos mayores que debemos resolver en nuestro sistema electoral. Seguramente, ese asunto deberá ser tratado con mayor atención y hacer reformas para penalizar drásticamente ese flagelo.

Desde mi experiencia, puedo afirmar, que nuestro sistema electoral no es perfecto, pero es un sistema que funciona. Con certeza puedo decir, que desde el centro de votación más lejano, las comunidades siempre han tenido confianza en los resultados especialmente de la elección de sus autoridades municipales, porque los resultados son la voluntad del votante.

Durante el 16 de junio, tuve oportunidad de recorrer varios centros de votación en Santa Cruz del Quiché, noté alto grado de organización de las Juntas Receptoras de Votos y a centenares de fiscales de los partidos políticos que tenían sus ojos puestos en la fiscalización del proceso eleccionario. De igual forma, cientos de observadores electorales que desarrollaron una observancia en distintos centros de votación y fueron fieles testigos del proceso electoral.

Si los partidos políticos a través de sus fiscales, vieron y documentaron la posible comisión de delitos electorales deberán presentar sus denuncias ante los órganos correspondientes. Que se realicen las investigaciones y caiga el peso de la ley sobre los que violentaron las normas, pero no nos vengan a decir que hubo fraude.

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