Cartas del Lector

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Jesús Abalcázar López*
jesus.abalcazar@gmail.com

No tiene ninguna lógica hablar de fraude después de realizadas las votaciones, pues si algo malo hubo, entonces por qué diablos no lo señaló el fiscal del candidato, supuestamente perjudicado, que al día siguiente sale a las calles, junto con los que lo siguen, porque van en busca de un hueso edilicio, vociferando que denuncian fraude, todo porque ellos no ganaron, pero esto debieron hacerlo antes de firmar el acta de la mesa. Sin embargo, cabe preguntarse ¿por qué, si tenían pruebas, no las presentaron en la propia mesa? y así dejar de provocar tantos disturbios callejeros, griterío que perturba la paz, heridos en riñas tumultuarias, balazos, palabrotas, relajos a trompadas y patadas, y gran destrucción de bienes muebles e inmuebles.

Abundan los ejemplos del Sistema corrupto en que vivimos, en el cual es imposible la gobernanza democrática. Aquí no se logra terminar con el monstruo de la corrupción, porque aquí: la corrupción se ha enraizado y ha corrompido todo lo que toca, pues, todos tienen su precio y si no lo tienen, les acomodan un precio. Pero, concentrémonos en lo que pasa en las Alcaldías Municipales, cargos que se han convertido en los más codiciados, porque en ellos, la cosecha por robo y estafa, es muy buena y los controles son más fáciles de burlar, por lo que tomando en cuenta la ignorancia de nuestra gente, especialmente del área rural, todo lo pueden lograr estos mafiosos funcionarios ediles, respetando, claro, las honrosas excepciones. Y de ribete, los candidatos corruptos de las alcaldías municipales, tienen la posibilidad de asumir actitudes cobardes y mañosas, para presionar y asustar con sus “denuncias falsas, asegurando que perdieron las elecciones, porque fueron víctimas inocentes de un ingrato fraude electoral”.

Esto de los bochincheros perdedores, ya se volvió un caballito de batalla, en todos los procesos electorales del país, por lo que no debe aceptarse, que cada vez que pierdan las elecciones, tengan que convertir las calles en escenarios de protestas que terminan generando violencia, muchas veces sangrienta, y a veces, hasta mortal. Todo esto se debe a la ambición de poder, de los políticos corruptos, quienes se han convertido en parásitos del sistema, manteniéndose, todo el tiempo, a expensas del erario nacional, ya sea como “funcionarios o dignatarios de la nación” o como proveedores del Estado o recibiendo contratos de construcción u operando fondos del Estado en las ONG de dudosa idoneidad. La política sucia y podrida de corrupción, está en todas partes, y por ese motivo, es difícil acabar con ella.

Muchos se preguntan, cuál es la razón del proceder delictivo de las personas que participan “tan activamente en apoyo a los protestantes candidatos perdedores y sus seguidores, quienes se quejan de haber perdido a causa de un tremendo fraude”. Pero, la razón real, la encontramos en los obscuros intereses corruptos de los candidatos perdedores y en los intereses personales, de los que tienen ofrecimientos de campaña, para conseguirles un trabajo en la municipalidad a la que pertenecen, tanto para él, como para sus familiares y aún para sus amigos. Entonces, hemos identificado: ¿Quiénes son los que vociferan, insultan y acusan en las supuestas “justas protestas” de los manifestantes perdedores, quienes aseguran que el triunfo les pertenece? Lo raro es que casi todos los que quedan en los segundos lugares, aseguran que sufrieron fraude.

*Periodista de la APG.

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