Raúl Molina
El confuso proceso electoral en el que el Pacto de Corruptos sumió a la ciudadanía, manipulando al TSE, la CSJ y, aun a la CC, ha hecho que las encuestas de intención de voto, de por sí manipuladas por ciertos sectores de poder, hayan perdido credibilidad y certeza. Gallup, cuestionada por su metodología ante un panorama electoral de casi veinticinco opciones partidarias y una muestra de apenas mil “votantes”, entró en contradicciones entre su encuesta de principios de mayo y la de fecha reciente. No logra medir lo que la ciudadanía quiere, que es el cambio sustancial de la situación actual, sino que termina situando en la vanguardia a cuatro binomios presidenciales que representan el tipo de politiquería que la población rechaza. Eso refleja que la muestra utilizada no es representativa. Asigna a Sandra Torres el 21% de apoyo, situándola en primera posición. La Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) hizo una encuesta por Facebook que llegó a cerca de cien mil usuarios, preguntando a quién se prefería entre Sandra Torres y Thelma Cabrera. Respondieron cerca de doce mil y el 90% se inclinó por Thelma, demostrando así el nivel de rechazo que Sandra tiene. Los porcentajes son importantes y no difieren de los de otras cinco páginas de Internet, que dan prácticamente la misma proporción, con número de votantes entre casi dos mil y veintidós mil. Muestran dos tendencias, aceptación creciente de Thelma y rechazo muy grande a Sandra de parte de los usuarios de Facebook. Gallup, por su lado, presenta datos totalmente contrarios, con 21% para Sandra y apenas 5% para Thelma. Otros candidatos capaces y honrados se quedan con 1% o menos.
La encuesta vía Facebook adolece de defectos, al igual que la Gallup, y todo se ha complicado con un proceso electoral en que se ha dejado participar por algún tiempo a personajes ilegítimos, como la inconstitucional candidatura de Zury Ríos o candidatos con hartas tachas, como Mario Estrada, Mauricio Radford y otros. La maniobra más canallesca, sin embargo, fue el rechazo de la candidatura de Thelma Aldana, en cuyo complot participaron el Ejecutivo y otros corruptos, así como el TSE, la CSJ, la CC y el MP. Por otro lado, esas mismas entidades han blindado la candidatura de Sandra Torres, para evitar que las múltiples acusaciones de fraude y financiamiento ilícito pudieran marginarla del proceso electoral. Causó rechazo mucho mayor en la ciudadanía, lo que parece reflejarse en las encuestas no sesgadas realizadas por la RPDG, la manipulación de Sandra para marginar a Thelma Aldana y la artera utilización de la Ley contra el Femicidio, para detener las acciones de investigación de la fiscalía del MP y la labor periodística de la prensa para dar a conocer los “secretos a voces” que se divulgaban sobre la corrupción del partido UNE. Es claro que la ciudadanía, independientemente de las encuestas, quiere un cambio radical, por lo que la suma de apoyo a los cuatro primeros, según Gallup, no debió haber pasado de un 30%. Dudo que estos puedan apoyar a una sola persona de las cuatro y es de esperarse que en los días siguientes la candidatura de Torres se desinfle.