Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt

Ayer se presentó la encuesta de percepción empresarial sobre la situación del país y la misma refleja que un 75% de los empresarios consideramos que la corrupción afecta de manera directa el funcionamiento de las empresas, lo que contrasta con las actitudes de la cúpula del sector que ha avalado en comunicados de prensa todas y cada una de las acciones que el gobierno de Jimmy Morales tomó para desmontar, de una vez por todas, la lucha contra la corrupción, dejando en entredicho la verdadera representación que ejerce la dirigencia, puesto que con sus acciones y declaraciones ha contribuido a debilitar el esfuerzo por tener un país con ejercicio más transparente de la autoridad.

El Presidente del CACIF dijo, al hablar del tema de cómo los empresarios sienten que la corrupción les afecta, que cree que “es muy importante que fortalezcamos aún más al Ministerio Público, para darle apoyo a las instituciones. Que los procesos, más ahora que vienen los procesos de elección de las Cortes, se lleven a cabo de manera transparente”.

Y yo me pregunto si en el CACIF no se han dado cuenta que el Ministerio Público va como el cangrejo y que volvió a caer en las redes de los poderes paralelos que lo habían mantenido como tapadera de la impunidad. Fortalecer más a ESTE Ministerio Público es fortalecer la inútil vigilancia caracterizada por perogrulladas sobre la legalidad. Y por supuesto ya se olvidaron que si alguien destapó las cochinadas de los procesos de elección de las Cortes fue la misma CICIG cuyo desmantelamiento ordenado por Morales fue avalado en comunicados oficiales de la cúpula empresarial.

Por supuesto que la corrupción afecta y preocupa al 75 por ciento de las empresas porque son las que no se benefician de ese régimen de compraventa de voluntades que impera en el país, pero hay otras que obtienen grandes réditos como producto de los negocios que se hacen en un Estado capturado por la corruptela en gran escala que se ha consolidado durante el gobierno actual por las acciones para acabar con los esfuerzos que venía haciendo la Comisión Internacional Contra la Impunidad.

Juan Carlos Teffel dijo con propiedad y acierto que “la corrupción es un tema sumamente complicado para el país, además de que es uno de los mayores obstáculos que se tiene para el desarrollo”, expresión que contrasta con la de la Canciller Jovel que no entiende la relación que hay entre corrupción y la ruta de la migración que tiene que tomar un pueblo sin oportunidades ni esperanza de desarrollo. Precisamente por ello es que son pocos todos los esfuerzos habidos y por haber en la lucha contra ese flagelo que castiga a los más pobres y que afecta a esa enorme cantidad de empresarios honrados que saben cómo les daña.

Esta parte del discurso del presidente del CACIF es la correcta y era el tono de las declaraciones que se hacían antes de que salieran a relucir los nombres, ya no de unos cuantos empresarios, sino de los que se sienten y actúan como dueños del país, elemental detalle que cambió por completo el tono y la perspectiva.

Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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