Walter Juárez Estrada
27 partidos políticos participan en las elecciones del l6 de junio, evento que no tiene el ingrediente de atracción de procesos pasados. Más bien es insípido, que pueda atraer al eventual elector, para que sea éste el que decida quién dirigirá los destinos de Guatemala, a partir del l4 a las l4 del año entrante, teniendo ahora la oportunidad de escoger el sufragante, a más de 24 aspirantes al Ejecutivo que fueron nominados por el propietario o caudillo, sin llenar el perfil que necesita un Presidente… un estadista con personalidad y no un sujeto que por varios miles compró la ficha para aparecer en la boleta electoral.
Este evento sigue dando de qué hablar. Nunca en las historia del país habían participado más de una veintena de partidos, ni candidatos, lo que obliga al guatemalteco analizar si los dirigentes de esas entidades de derecho público, tienen la honradez para seguir engañando al pueblo, que es el responsable de que con el voto consciente y consecuente, asuma la responsabilidad de quien gane en las urnas, va a cumplir para sacar a Guatemala del marasmo en que está, no con ofrecimientos falsos “con la bolsa solidaria… entregar una lámina”… u otras baratijas.
Varios de los partidos son reciclados, con nombres diferentes… pero con la misma ambición y serán aves de paso, porque si no obtienen los votos que regula la ley, automáticamente quedarán cancelados, sus dirigentes tendrán sus alforjas llenas, tener presente que los jueces electorales han sido rígidos al imponer sanciones, emitir acuerdos, sobre el financiamiento ilícito o no declarado y hay ejemplos claros de lo que pasó en el último proceso electoral, que obligó a modificar la ley.
La campaña es poco creativa. En razón a la enorme lista de aspirantes a la Presidencia el votante del interior, está indeciso y es quien resuelve en las urnas el futuro proceso electoral y es aquí donde los candidatos se concentran, por lo que el Tribunal Supremo Electoral, debe enviar a los huestes, evitar el carreo que siempre se ha utilizado en las elecciones, con ofertas falsas, ser garante del evento, pues en caso contrario, las baterías se dirigirán a esa entidad ,porque los magistrados no están pintados ni están de adorno; se han gastado muchos millones para éstas elecciones y es recomendable que la Constitución se modifique y que las elecciones de Presidente, no se realicen el mismo día para elegir diputados y alcaldes, porque es aquí, donde se contamina el evento, prestándose a juegos sucios Da grima y vergüenza la reelección de diputados y alcaldes, que se han convertido en una maquinaria electorera, en las votaciones hay que decir no a un insípido Parlacen, refugio de políticos marrulleros con pésimos antecedentes , debe desaparecer.