GRECIA AGUILERA
El pasado jueves 9 de mayo de 2019, el Excelentísimo Señor Embajador de la Unión Europea en Guatemala Stefano Gatto y su apreciada esposa Señora Isabel, ofrecieron una cordial recepción en el Centro Cultural Arquidiocesano “Pbro. Jorge Toruño Lizarralde” (antiguo Museo de la Merced) ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad Capital, con motivo de conmemorarse el Día de Europa. En dicho museo se resguardan obras de arte religioso del período colonial que datan del siglo XVI al XIX. La ceremonia oficial se realizó en el patio central del antiguo convento. El Embajador Stefano Gatto manifiesta sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países lo siguiente: “Guatemala y la Unión Europea han recorrido juntos un camino de veintidós años, que coincide con el período transcurrido desde la firma de los Acuerdos de Paz que tanta importancia han tenido para este país. Una parte consustancial del modo de vida europeo la constituyen nuestros valores. Valores como la conciencia pacífica, la libertad, la democracia y el Estado de Derecho. Valores que compartimos con Guatemala.” El evento se caracterizó por la participación de los programas y proyectos que apoya la Unión Europea en nuestro país como por ejemplo: el Proyecto Fortalecimiento del Ejercicio de Derechos a la Libre Determinación de Comunidades Indígenas y Multiculturales; Proyecto Defendiendo el Derecho a Vivir en Paz; Proyecto Mujeres Indígenas Defensoras, Activas y Propositivas en la Proyección y Protección de los Derechos Humanos; Proyecto Tejiendo Redes de Mujeres para Construir Libertad, Justicia y Equidad; Proyecto Fortalecimiento de la Gobernanza Territorial, entre otros que demostraron su trabajo a los invitados. La unificación de los países europeos comenzó a gestarse luego del término de la Segunda Guerra Mundial. El 9 de mayo de 1950 el político Robert Schuman, siendo Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, hizo un llamado a los países europeos por medio de la Declaración que lleva su nombre para la creación de la “Comunidad Europea del Carbón y el Acero”, con el fin de lograr un entendimiento que favoreciera el intercambio de las materias primas y así acelerar la recuperación económica de Europa, que se encontraba sumida en la devastación total a causa de la guerra. El himno que representa a la Unión Europea procede de la melodía al inicio del cuarto movimiento de la Novena Sinfonía en Re menor, Opus 125 (Coral) de nuestro muy admirado y apasionado Ludwig Van Beethoven, quien escribió esta gran obra inspirado en el famoso poema “Oda a la alegría», escrito en 1785 por el inmortal Friedrich von Schiller. El “Himno Europeo” es instrumental; sus eufonías expresan por sí mismas los ideales de la Unión, inspirando su bella música sentimientos de armonía universal. La sobria bandera de color azul, con doce estrellas doradas de 5 puntos cada una, dispuestas en círculo, fue diseñada en 1955 por el artista de Estrasburgo, Arsène Heitz. El propósito principal de la Unión Europea, que tiene su Capital Institucional en Bruselas, Bélgica, es velar continuamente por el bienestar social de las personas: salud, trabajo, rendimiento, vestido, vivienda, medio ambiente y transporte, no solamente para los habitantes de los estados miembros sino también para los demás países que conforman el globo terráqueo. Pienso que su lema oficial “Unida en la Diversidad” resume el ‘Discurso de Apertura del Congreso para la Paz en París’ que pronunció el 21 de agosto de 1849 el célebre escritor Víctor Hugo: “¡Llegará el día en que todas vosotras, naciones del continente, sin perder vuestras cualidades distintas y vuestra gloriosa individualidad, os fundiréis estrechamente en una unidad superior, y constituiréis la Fraternidad Europea”.
