Walter Juárez Estrada
En la historia política de Guatemala, no hay noticias que los eventos electorales hayan sido complejos, entre telarañas, encausamiento de aspirantes en vísperas de las elecciones, con tachas en el extranjero, se litiga en la prensa no en los tribunales donde las imputaciones si son ciertas deben ser probadas, que posponga la fecha de las elecciones para dar oportunidad que los tribunales constitucionales, resuelvan los actos impugnados, si el Tribunal Supremo Electoral, procedió con apego a derecho para cancelar la candidatura presidencial del binomio de UCN otro, que lleva el mismo camino en los Estados Unidos, un estratega venezolano lo acusa de deuda millonaria que el afectado dice “es un chantaje”.
Más de 8 millones de guatemaltecos decidirán los destinos del país; la mitad de empadronados son mujeres. El Tribunal Supremo Electoral, la autoridad que por antonomasia, debe pugnar por su “primacía” que en las instancias electorales, se sustancien los procesos para darle certeza y credibilidad al votante indeciso, por la corrupción, que el narcotráfico es la figura que empaña los eventos, cuando los aspirantes a puestos de elección que en las elecciones de junio, pasan de los cuarenta mil, ambición tiene un solo fin…hacerse ricos, olvidándose de las necesidades, pobreza de la mayoría de la población, que se muere en los hospitales a falta de una aspirina.
El pueblo debe confiar en las autoridades electorales, echar por la barda, las especulaciones .Los expedientes con tacha se depuren rápidamente, quien es culpable se enfrente a la justicia, no es el momento de mentir, utilizando la prensa para no asumir la responsabilidad. Es el guatemalteco el juez, si la exfiscal Thelma Aldana, de su refugio en El Salvador, está diciendo la verdad, o si su sucesora, Consuelo Porras, está al servicio de los órganos del Estado y no tiene criterio propio.
¿Si el TSE tiene facultades para cancelar las inscripciones de los aspirantes Mario Estrada y de Roberto Arzú, que lleva el mismo camino, o por la vía de los incidentes? resuelvan los conflictos, corriendo audiencia a los dirigentes de sus partidos para que se pronuncien, Mauricio Radford, perderá la batalla legal, porque está encausado y mintió en su declaración jurada, porque no ha solventado los cargos en su contra cuando fue funcionario de Renap.
Da grima y vergüenza que un candidato, esté preso en los EE. UU. sindicado de negociar droga con los cárteles mexicanos, comerciar armas, queriendo sacar del ruedo político a sus adversarios, movilizándose en naves aéreas de dudosa adquisición. El ciudadano no sea manipulado, ni acarreado a las urnas, que no se deje engañar por un populista mentiroso y quien gane por la decisión del pueblo, sea un estadista de talla completa, tenga claro que deber ser honrado, capaz de sacar al país de la debacle, a donde ha sido empujado por los últimos presidentes corruptos, cuyo destino es morir en la cárcel. Que se tengan presentes las luchas de 2015, que se pueden repetir si se comete un fraude, pero hay garantía de un TSE no manipulable.