Obviamente el actual TSE tiene frente a sí un proceso complejo por las reformas legales que fueron aprobadas, a lo que se debe agregar la impericia de sus magistrados que parecieran esmerarse en dar palos de ciego que únicamente complican y enredan más las cosas, como se puede ver con el famoso derecho a voto de los guatemaltecos en el extranjero, en el que no han definido nada, con las normas para publicidad en los medios y ahora con un reglamento en el que limitan seriamente los derechos constitucionales a la libre expresión del pensamiento, afectando no sólo a los candidatos sino también a los medios.

Para cualquier grupo ciudadano será un dolor de cabeza la realización de algún foro con más de una veintena de participantes, pero los brillantes magistrados decidieron regular hasta eso y sin entender siquiera de matemáticas emitieron un reglamento verdaderamente estúpido. Para empezar dicen que ningún foro puede durar más de 120 minutos, pero asignan diez minutos como tiempo de respuesta para los participantes. Eso significaría que en el caso de la Presidencia sólo para responder harían falta más de 200 minutos, sin tomar en cuenta el tiempo que se tomen los moderadores para formular las preguntas ni las declaraciones iniciales o de cierre de cada aspirante. Ni para sumar resultaron buenos los titulares del TSE.

Además se obliga a los medios que si van a entrevistar a un candidato se restrinja el derecho a preguntar por qué el TSE ha regulado, cuáles son los temas a tratar en cualquier entrevista y, además, exige que si se entrevista sobre un asunto a uno, se tiene que hacer lo propio con todos, lo que haría que los medios dejen de hacer entrevistas con los candidatos, puesto que lo mismo aplica para aspirantes a la Presidencia, Vicepresidencia, diputados, alcaldes y miembros de las corporaciones edilicias.

En aras de buscar la equidad establecen arbitrarias e ilegales restricciones al derecho a informar, porque será materialmente imposible asegurar que todos tengan los mismos espacios.

Aparte de que es tan florida la oferta electoral, hay algunos que nadie puede tomar en serio y que por lo tanto únicamente provocarán pérdida de tiempo por la ausencia de solidez en sus planteamientos. El ciudadano necesita informarse de lo que piensan los que seriamente están aspirando a los cargos, no todo el elenco de relleno que está siendo postulado.

La semana pasada iban ya más de 5 mil candidatos acreditados y si alguno de ellos se vuelve noticia hay que dar igual espacio a quienes con él compiten, lo que es matemáticamente imposible.

Redacción La Hora

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