Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y despareció el mago”.
Woody Allen

Asombroso, aún en nuestro tercermundista mundo político, que los nuevos y antiguos politiqueros, a poco tiempo del inicio de la campaña política legal, porque la ilegal es la anticipada, utilicen cualquier subterfugio para hacerse notar, ya no solamente en las redes sociales, también en los medios tradicionales.

Veamos: Recientemente Sandra Torres cometió el error, de realizar señalamientos a diestra y siniestra en contra de Thelma Aldana, por haber presentado la actual administración del MP una denuncia en su contra, casualmente un día después de haber recibido sus credenciales, si Aldana tuvo o no relación con la denuncia, es difícil de comprobar, por lo que los asesores de Torres debieron advertirle, de lo conveniente de esperar antes de hacer cualquier pronunciamiento, porque lo único que hizo Torres fue victimizar a Aldana, e increíblemente sumarle votos, utilizar el hígado en política, es aceptar debilidad.

Otra noticia que llama la atención, por encontrarse en contexto político, son las denuncias penales presentadas por el ex Superintendente de la SAT, en contra de miembros de la familia Arzú, anunciando que su próximo periplo es acceder a la candidatura por la Alcaldía Capitalina, mal principio criminalizar el proceso electoral, más aún si el puesto que persigue es ser alcalde, cuya función no es de policía, investigación y denuncia, la función del alcalde es proejecutiva de las resoluciones que tome el Concejo Municipal.

Una campaña política debe encontrarse cimentada en propuestas, programas de trabajo posibles no imposibles para la población, la sociedad guatemalteca se encuentra hastiada de lo mismo de siempre, la campaña política no debe ser una batalla campal, en la que abunde el señalamiento, y como en el caso de Solórzano la criminalización de la misma, más aún si su denuncia se basa en lo que él asume entre otros señalamientos la falta del pago de impuestos, pero ¿Y su propuesta? La población espera propuestas realizables, Álvaro Arzú I., por el que reconozco no vote en las últimas cuatro campañas, no necesitaba hacer publicidad, las personas, entre las que no me cuento confiaban en él, y ganaba la alcaldía por mayoría.

Sin involucrar a Aldana, tampoco es creíble que no exista un interés politiquero, en el hecho que a tan solo un día de recibir sus credenciales, y por lo tanto gozar del Derecho de Antejuicio el Ministerio Público presentará una solicitud de antejuicio contra Torres, cuatro diputados y dos alcaldes, todos del partido de Torres, acusándolos de financiamiento irregular, cuando han tenido tanto tiempo para presentar las denuncias, recordando que Torres no gozaba del Derecho de Antejuicio, era más fácil la investigación, pero ¿Por qué no fue así?, la pregunta del millón.

Sería sano, para la sociedad en general que contáramos con políticos serios, que en vez de estarse tirándose golpes, cual luchadores en un cuadrilátero, todos contra todos, mejor trabajaran en un proyecto posible de país, y en cuanto a los aspirantes a alcaldes un mejor municipio, por lo menos vivible, pero eso de jugar sucio, deja mucho que desear de quienes aspiran a llegar algún día a ejercer la función pública, por medio del voto popular.

No cabe duda, que pareciera no existir deseo de cambiar la forma de hacer política, seguimos siendo un país bananero, visto lo visto, si estas son las vísperas, qué podemos esperar en la verdadera campaña, pues que se tiren desde piedras hasta estiércol descalificando al rival, y nosotros como siempre, espectadores de la función de circo que nos espera, y con menos deseos de acercarnos a las urnas, porque nuevamente estaremos condenados a perder, especialmente la esperanza de un cambio real y positivo.

Señores posibles candidatos, un poco de sensatez por favor, no desnuden sus pobrezas.

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