Mario Coyoy

mcoyoy@deloitte.com

Nací el 29 de julio de 1981 en la ciudad de Guatemala, 37 años, aficionado al futbol y al golf. Actualmente soy Socio de Consultoría Fiscal y Precios de Transferencia en Deloitte Guatemala, S.A. Soy representante de Guatemala en la Comisión de Tributación y Fiscalidad de la Asociación Interamericana de Contabilidad -AIC-. Tengo experiencia en tributación por más de 16 años, atendiendo clientes locales y multinacionales, incluyendo estrategias de Precios de Transferencia y Planeación fiscal. Actual miembro y coordinador de la Comisión Fiscal del Instituto Guatemalteco de Contadores Públicos –IGCPA- para los años 2018-2019.

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Mario Coyoy

Como comentábamos la semana pasada, la Automatización Robótica de Procesos (RPA), también conocida por “robótica” o “robots,” se define como la automatización de procesos basados en reglas, con software que utiliza la interfaz de usuario, el cual corre sobre cualquier software, incluyendo aplicaciones en línea, sistemas ERP, entre otros.

Automatización cognitiva es el uso de tecnologías de inteligencia cognitiva o artificial, tales como el procesamiento de lenguaje natural y machine learning para permitir una automatización más compleja, típicamente basada en las leyes de probabilidades.

Fuerza de trabajo digital se usa para describir a los “robots”, soluciones automatizadas que llevan adelante procesos y resultados en el ámbito de una organización. En la mayoría de los casos, los trabajadores digitales estarán trabajando o en un segundo plano en máquinas virtuales o accesibles por clientes y personal a través de comandos.

Algunos ejemplos básicos de lo que se puede hacer con RPA: Abrir correos electrónicos y adjuntos, iniciar sesión en apps web/empresariales, mover archivos y carpetas, copiar y pegar, completar formularios, leer y escribir bases de datos, recopilar datos de la web, conectarse a sistemas API, hacer cálculos, extraer datos de estructuras de informes, recopilar estadísticas de redes sociales, etc., lo cual genera costos bastante bajos para su implementación.

Estamos frecuentemente sorprendidos por la cantidad de organizaciones que aún no han definido una visión y ambición para la automatización. Sin ellas, no es claro como los equipos de automatización obtendrán los recursos para aprender sobre las herramientas, habilidades y capacidades requeridas para automatizar a escala. Ya con lo mínimo de predecir cuántos bots serán implementados durante el 2019 y dónde y porqué se usarán, se tendrá un elemento esencial para asegurar una inversión de parte de los altos cargos. En nuestra experiencia, muchos grupos de informática están solamente empezando a realmente apreciar qué tan diferente es el desarrollo en las tecnologías de automatización frente a los sistemas tradicionales, qué tan profundos serán los cambios que implementarán, y el potencial impacto que tendrán en el rol de los equipos. Hemos visto implementación de complejidad media con períodos de implementación de 4 a 24 semanas. A medida que los equipos de TI aprendan y se adapten a los cambios necesarios para implementar con éxito, el ritmo de despliegue del robot se acelerará rápidamente y veremos resultados más rápidos con soluciones a bajo costo.

Agradezco la participación, aporte y gran experiencia del Ingeniero Emilio Sandoval esandoval@deloitte.com, Socio de Consultoría para Deloitte Guatemala y El Salvador, quien ha liderado trabajados en diversas organizaciones en la región, participando en proyectos estratégicos (rediseño de procesos, innovación, transformación organizacional, planificación estratégica, gestión de riesgos, adquisición de tecnologías, recursos humanos y administración de cambio) para la mejora competitiva y productiva, principalmente en industrias como la financiera, telecomunicaciones, consumo masivo, retail, entre otras. Que Dios los bendiga.

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