Ayer publicamos cómo la Asociación de Dignatarios de la Nación que presentó la acción penal contra los tres magistrados de la Corte de Constitucionalidad lo hizo pocos días después de que la Junta Directiva del Congreso de la República les aprobó una “donación” de Q600 mil. Ya para entonces en el Congreso se discutía la reforma a la Ley de Antejuicios para que los que se presentaran contra los magistrados de la CC pasaran directamente al Congreso, con la clara intención de tramitarlos a marchas forzadas para librarse de la molestia del voto consistente de tres de los miembros de esa Corte que era contrario a los intereses del Pacto de Corruptos.

Dentro de la Asociación hay profundas diferencias que se empezaron a mostrar cuando la directiva actual pretendió la aprobación de una pensión vitalicia para quienes la integran, pero que ayer se magnificaron cuando varios de sus miembros cuestionaron el comportamiento de la directiva al tomar partido por ese pacto tan cuestionado por la gente decente del país. No digamos cuando se supo la relación de tiempos que hubo entre la aprobación de ese bono de 600 mil quetzales y la acción penal presentada.

Y es que resulta un acto indigno, impropio de quienes se llaman dignatarios, el que se vea que se mueven al ritmo del sonido de las fichas para prestarse a ser instrumentos del manotazo al Estado de Derecho que va en contra de la misma Constitución que aprobaron quienes ahora actúan como serviles instrumentos a favor de los esfuerzos por asentar la Dictadura de la Corrupción. La misma permanencia de la actual directiva se ha cuestionado seriamente porque varios miembros afirman que extendieron de forma anómala su mandato y algunos se han alejado de la Asociación por diferencias con quienes la dirigen, a los que señalan de andar traficando influencias para su propio beneficio.

El hecho de que estén financiados por la directiva del Congreso, cuya orientación en esta lucha contra la corrupción es más que evidente, descalifica por completo a la Asociación y además compromete a todos sus miembros porque muchos de ellos no comparten la arbitraria y descarada actitud que han tomado aquellos que ayer se presentaron en conferencia de prensa y no pudieron ocultar su asombro cuando se les preguntó por esa misteriosa “donación” que graciosamente les hicieran los diputados de la directiva que, dicho sea de paso, han dado orden expresa de que no le den “ni mierda” a La Hora de lo relacionado con ese pago a quienes se prestaron para ser su dócil instrumento.

Redacción La Hora

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