Alfonso Mata

¿Qué pasa con las carreras de ingeniería? Sus fallas presentan varios desafíos para la nación. Primero, hay costos de innovación y creatividad asociados con no formar habilidades y talentos ingenieriles. Segundo, la baja cantidad y oportunidades de trabajo, deja pasar oportunidades de realizar productos y producción. Tercero, existe una debilidad seria en los gobiernos, de claridad del rol importante de los ingenieros, en la identificación, definición y solución de problemas sociales y ambientales. Finalmente la sociedad y por supuesto el Estado, son poco dados a alentar habilidades de ingeniería desde la niñez y tampoco apoyan el estudio y práctica de la ciencia y la técnica de la ingeniería.

Sin una comprensión y experiencias en ingeniería desde temprana edad, las decisiones del adolecente se empobrecen. Programas o actividades que aumentan la exposición del joven a la ciencia y técnica ingenieril existen en las carreras de nivel medio de forma inadecuada. Nuestros jóvenes salen de sus estudios básicos “analfabetos en cuestiones ingenieriles”. Prueba de ellos son los pobres resultados en habilidades matemáticas de nuestros egresados del nivel medio.

Es urgente pues acabar con esa diversidad de problemas de las ingenierías, que mantiene rezagado el desarrollo de nuestra nación. Urge que la industria y la agricultura, el Gobierno, los centros educativos, se esfuercen en un plan nacional para fomentar un clima / cultura inclusivo y acogedor para las ciencias y las matemáticas, para construir culturas de ciencias e ingeniería con claridad. La banca, la industria y el agro, deberían preocuparse por difundir sus necesidades en este sentido en lugar de hacer politiquería como prioridad. A pesar de que la mayoría de nuestras universidades ha tenido éxito en la formación de ingenieros capaces de trabajar en muchas ocupaciones, los rápidos avances de la ciencia y la tecnología, obligan en la actualidad a acompañar la formación del ingeniero de una mejor multidisciplinariedad en aspectos de la vida, la sociedad, el comportamiento, las humanidades. Al mismo tiempo, hay una creciente demanda de la industria por profesionales graduados equipados con atributos y habilidades no técnicas o profesionales además de sus conocimientos y aptitudes técnicas. Las ingenierías en otros países, ha comenzado recientemente a incorporar consideraciones como la sostenibilidad, la sociedad y políticas públicas en su trabajo, y se necesitan habilidades de comunicación más sólidas, para buscar e incorporar la ingeniería con el desarrollo humano.

El sistema de innovación y desarrollo tecnológico que necesita nuestra sociedad es diverso y complejo, involucra investigación y desarrollo, organizaciones de dominio público y privado, fondos gubernamentales para investigación básica, universidades, el sistema de patentes, la disponibilidad de capital, la comercialización, los canales de distribución, y quizás el elemento más crítico: gente. Por lo tanto, si queremos dejar de ser de segunda, es de importancia nacional que la población de ingenieros disponibles dentro de la fuerza laboral se refuerce y mejore su calidad. Necesitamos técnicos y profesionales que más allá de las sólidas habilidades técnicas, tengan vocación e interés, experiencia y competencia, en áreas profesionales como: creatividad y diseño, comunicación oral y escrita, trabajo en equipo y liderazgo, pensamiento interdisciplinario, gestión empresarial y emprendimiento, y comprensión multicultural.

Cartas del Lector

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