Mario Alberto Carrera

marioalbertocarrera@gmail.com

Premio Nacional de Literatura 1999. Quetzal de Oro. Subdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua. Miembro correspondiente de la Real Academia Española. Profesor jubilado de la Facultad de Humanidades USAC y ex director de su Departamento de Letras. Ex director de la Casa de la Cultura de la USAC. Condecorado con la Orden de Isabel La Católica. Ex columnista de La Nación, El Gráfico, Siglo XXI y Crónica de la que fue miembro de su consejo editorial, primera época. Ex director del suplemento cultural de La Hora y de La Nación. Ex embajador de Guatemala en Italia, Grecia y Colombia. Ha publicado más de 25 libros en México, Colombia, Guatemala y Costa Rica.

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La imagen (que es sinónimo de ícono) de la exfiscal general de la República, doña Thelma Aldana, produce ¡no cabe la menor duda!, una verdadera perturbación mental en el minicerebro de quien, para nuestro infortunio, gestiona –indigesto de poder- la nación.

Un grave trastorno es el amo y señor de la demente-mente del gobernante que, a los ojos de quien medianamente conozca lo más elemental de la Psiquiatría, lo definiría como un claro caso de delirio de persecución, que se agrava conforme pasan los días hacia la culminación de su “desgobernanza”. Y las razones de tal alucinante estado son muy claras: el terror a caer -bajo persecución penal- por los muchos delitos por los que ya ha sido encausado –y de los que lo ha liberado el “honradísimo” Congreso– y por los que dentro de poco se le perseguirá aún más, si la exjefa del MP ascendiera a la Presidencia y si la CICIG vuelve al país triunfante y más entusiasmada que antes…

“Jimmy arremete contra Aldana”, reza el titular mayor de la sección Cinco Minutos, de elPeriódico (19.12.18). Y es que un día antes –en una de sus payasadas cotidianas en la bombástica inauguración de un trocito de carretera– el jefe de la “desgobernanza” y comandante general del Ejército Nacional, el señor Inmorales, en un pronto aparentemente sin causa, arremete contra doña Thelma, sacándose de la manga de payaso –que no de mago– el manoseado asunto de un edificio en la zona 5 que ella compró durante su gestión, para preguntarse (en dislocado soliloquio) que ¿por qué no se le persigue a ella penalmente? ¿Y que dónde está? Y él mismo se contesta (con una respuesta que en realidad no corresponde a la pregunta que él mismo se ha hecho) que de seguro (ella) anda por allí viajando o haciéndose propaganda.

Cualquier analista de semiótica elemental, y que asimismo supiese algo de psicología clínica, podría encontrar en el “discurso” de Inmorales no solamente deliro de persecución sino también delirio de grandeza. Y, unidos los dos hechos delirantes, un “discurso” demencial que revela los terrores (seguramente en sueños-pesadillas) y en vigilia, que le produce la posibilidad de que doña Thelma y don Iván –la díada prodigiosa- retornen vencedores.

Tras los triunfales premios concedidos a los dos: el Wola y el Nobel Alternativo, Velásquez y Aldana han sido ubicados –por quienes presiden los “países donantes”, como se les llama– y sus representantes, en señalado y prestigioso lugar. Nadie puede en este sentido, derribar los brillantes íconos de estos dos personajes que han enviado a muchos a la cárcel “de primera” del Zavala, empezando por el comandante Tito Arias –virrey de los gélidos kaibiles– y terminando con sus más viles lacayos.

La imaginación aterrorizada y poseída por las tribulaciones de un proceso adelantado en nuestra mente, lleva a la demencia persecutoria. Y esto es lo que le está pasando al malhadado Inmorales, quien por ello podría ser declarado mentalmente incapacitado por el Congreso.

A tales despropósitos alucinados y propios del delirio, doña Thelma, juiciosa y serena, ha respondido: “Aquí estoy en mi país, con total solvencia, dispuesta a enfrentar al Pacto de Corruptos”.

Para Inmorales, Aldana y Velásquez son como dos espíritus justicieros que se apropian de sus pesadillas. Y el pueblo de Guatemala espera que esas pesadillas virtuales, se conviertan en traje naranja y pelotas en las patas. Y así será. Prepárate para ir a hacer tus sketchs a Pavón y Pavoncito, con tus cuates…

Continuará.

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