La ofensiva contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala no cesa, y esta mañana se publicó en el Diario Oficial una notificación del Ministerio de Relaciones Exteriores por medio de la Dirección General de Protocolo y Ceremonial Diplomático, a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, (CICIG), informando de la revocatoria de las visas y el retiro de la inmunidad diplomática a once investigadores de la Comisión.

De acuerdo con la notificación, el 17 de diciembre se les comunicó que sus acreditaciones quedaron sin efecto, por lo cual se les solicita la devolución de los carnés de identificación que les fueron otorgados de manera personal e individual, como expertos de la Comisión y familiares, según el caso, debido a que desde la fecha de la revocatoria y denegación de visas, dejaron de gozar de los privilegios e inmunidades que en tales calidades les correspondieron.

La disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores está en abierta y directa violación del acuerdo de creación de la Comisión que fuera suscrito por Guatemala y Naciones Unidas, pero al margen de las formalidades, el objetivo directo y concreto es impedir que continúen investigaciones sobre hechos criminales cometidos por esas estructuras paralelas que, alrededor de millones de la corrupción, se han adueñado del país. Es clarísima la intención de las autoridades y es la prueba fehaciente de la falsedad de la declaración del vocero del Gobierno cuando, consultado sobre los listados que pide la Congresista Norma Torres, dijo que ellos apoyan todo lo que sea lucha contra la corrupción.

Sin duda que de concretarse los listados de los que están torpedeando el esfuerzo por combatir la corrupción no sólo deberán aparecer los funcionarios que adoptan descaradamente resoluciones que tienen el fin de acabar con la CICIG, sino también aquellos que, sin dar la cara, son los que están alentando ese esfuerzo y embrocando a sus tontos útiles que, en medio de todo, no tienen finalmente mucho que perder porque las efímeras posiciones que ahora tienen les cayeron literalmente como loteriazo.

El mensaje del Gobierno es claro. No se trata únicamente de la figura de Iván Velásquez sino que es todo el trabajo de la CICIG lo que Guatemala está atacando de manera frontal. Ni reformada ni con otra dirección, pues el Gobierno lo que está buscando y necesita es que termine la labor de los investigadores para que no se persiga ya a ningún corrupto y que todos puedan gozar de la tranquilidad que históricamente les ha brindado la perpetua impunidad existente en Guatemala.

Redacción La Hora

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