Ahora se sabe que la intención de hacer un recorte al Presupuesto de la Corte Suprema de Justicia no era, como en los casos de la PDH, la Usac y la CC, pasar ninguna factura sino simplemente establecer los términos de una negociación. ¿Quieren los magistrados su presupuesto completo y sin problemas? Pues a garantizar la impunidad de todos aquellos sometidos a proceso de antejuicio para que nadie tenga que enfrentar a la justicia.

Y la prueba se dio de manera contundente. Tan pronto como la CSJ resolvió mantenerle la inmunidad al diputado Felipe Alejos, la aplanadora de los corruptos aprobó aumentar la asignación a la Corte y de esa manera todos quedaron tranquilos. Ese todos es en realidad el conglomerado de los que vienen manejando el más descarado pacto que registre nuestra historia y que cuenta con el aval de poderosos sectores que no sólo son beneficiados por la piñata de la corrupción, sino que además son los inspiradores y eternos participantes en el juego, porque mientras los políticos son aves de paso, los meros meros no se mueven nunca de su lugar ni de su capacidad para operar como titiriteros del sistema.

Quedó claro que estaba condicionado el Presupuesto del Poder Judicial al comportamiento de los magistrados en los casos de funcionarios y especialmente diputados señalados por investigaciones. Dando y dando, dijeron y fue automático el cambio de actitud una vez que se logró que la Corte rechazara la solicitud de antejuicio contra el diputado Alejos por haber actuado como intermediario traficando influencias para beneficiar a personas ante la autoridad tributaria.

Y el acuerdo no se queda nada más en denegar los antejuicios sino que va también a las posibilidades de reelección de los magistrados que participan de la movida. El partido de Alejos ha ofrecido la candidatura presidencial al heredero del Rey del Tenis en la cooptación de la justicia y ese operador está moviendo todas sus piezas para mantener el control de las Comisiones de Postulación para asegurar que el sistema se mantenga.

Por ello el enorme esfuerzo que hicieron tantos para detener las reformas al Sector Justicia, torpedeado desde los más altos poderes fácticos del país porque sabían que en la medida en que se permita la elección de magistrados independientes, se les acaba la fiesta de la impunidad que tan lucrativa ha resultado.

El juego está definido y a la vista de todos. No se puede ni siquiera pensar que se guardaron apariencias porque todo fue descarado y cínico y el ciudadano tiene que saber que los tres poderes están cooptados.

Redacción La Hora

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