Danilo Santos

dalekos.santos@gmail.com

Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos
Politólogo
Desantos.salazar@gmail.com

No criticar al sepulturero descuidado, al escolástico maestro y maestra, al abusivo armado y prepotente, al vecino violento y vulgar, al piloto quichelense suicida y asesino a la vez, al brocha lepero y patán que aprovecha para “sobijear” a quien le plazca, al que maneja contra vía, que quema y quema el suelo en la zafra o en la milpa, al que llena de basura las calles, al que pinta lo que quiera donde le dé la gana, aunque esté prohibido o no le den permiso. Criticar al que mea en la calle, al que remolinea la lengua mientras lanza lascivas miradas a las mujeres a su paso, al que sobrepasa el límite de carga y va dejando tirada chatarra por las rutas, al que no puede ver hacia atrás porque sus retrovisores están tapados porque ha excedido el ancho de lo que puede llevar. No criticar al funcionario que hace poco o nada por los chorros de agua que entran por los techos de los hospitales, por los hoyos, y hoyos, y hoyos que sobran en las carreteras del país. Quedarse callado ante la distancia que hay entre el ensimismamiento del Legislativo y la realidad de la población, que, dicho sea de paso, lo que menos quiere es criticar si no vivir, entiendan, vivir. Pero si quien es el encargado de servir no sirve para nada, no se puede hacer otra cosa que criticarlo, decirle lo que hace mal, recordarle su papel. Si no le gusta, renuncie. Si se enoja, renuncie. Si pretende legislar para que nadie diga nada de sus barrabasadas, prepárese para ser más criticado que nunca.

Se protegen para no ser perseguidos, atacan al Procurador de Derecho Humanos, confabulan para destruir los avances que se han obtenido en la lucha contra la corrupción, hacen poco o nada por la población que representan (al punto que vienen a gritárselos en su cara), legislan pensando en cualquier cosa menos en sus departamentos y “sus” votantes, saben muy bien que hay mucho para criticarles, pero que apenas se sabe lo superficial. No se quejen, menos en época preelectoral, no les queda; si tienen el mínimo de dignidad, ni siquiera se postulen.

En Guatemala tenemos que criticarnos entre todos, porque todos tenemos algo que hacer mejorar y sacar adelante al país, aquel que se incomode porque se le dice lo que no está haciendo bien, pues debería dejar a otro que asuma su función. Y si ese alguien es un diputado o diputada, pues seguro cree en el absolutismo y lo de la democracia le tiene sin cuidado.
Están abusando de sus victorias en Washington y con los republicanos, se alegran demás con el triunfo de Bolsonaro, creen que el Triángulo Norte es fuerte; están equivocados, llegado el momento su arrogancia tendrán que guardársela muy dentro, porque nadie vendrá en su defensa. Cuando la gente se canse de criticar y pase a la acción, entonces será el momento de dejar los paños tibios y pasar a la Asamblea Plurinacional. Yo no me callo, ustedes son bazofia.

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