Cartas del Lector

post author

Marco Tulio Trejo Paiz

Los diputados al Congreso de la República serán recordados en la historia de Guatemala como la peor legislatura que ha existido en la era, mal llamada democrática, por el poco trabajo legislativo realizado y sobre todo por arropar intereses oscuros que van en detrimento de las grandes mayorías de guatemaltecos.

Esta semana que termina cinco diputados plantearon una iniciativa para reformar el artículo 407 “P” del Código Penal y crear el delito de “Acoso Político” que tendría penas de dos a tres años de prisión para los que los critiquen durante o después del proceso electoral, lo cual limitaría que los funcionarios públicos fuesen señalados en el ejercicio de función pública por cualquier medio de difusión y/o plataformas digitales, lo cual viola la Constitución Política de la República, específicamente el artículo 35 sobre la Libre Emisión del Pensamiento.

Estos señores “Padres de la Patria”, no es la primera vez que tienen estas intenciones, lo han hecho en más de una ocasión olvidándose de que se deben al electorado que, con su voto, los llevaron a ocupar una curul, aún con una ley de Partidos Políticos absurda y obsoleta, que debe ser cambiada para transparentar la elección de diputados.

Pero como esto no les favorece a los politiqueros de este país o bien no se les da la gana, les importa un comino hacer leyes que mejoren la sociedad guatemalteca y únicamente viven pensando en cómo beneficiarse de los cargos que ocupan en uno de los poderes más importantes del Estado.

Cada cierto tiempo vemos cómo en los medios de comunicación sale a luz investigaciones judiciales donde se ve involucrado, más de algún diputado, en negocios de dudosa reputación, tratando de salir de pobres por medio del aprovechamiento del puesto público, lo cual es totalmente repudiable y sobre todo condenable.

En tiempos del Consejo de Estado tuve la oportunidad de formar parte de este ente colegiado, el cual tuvo como responsabilidad enderezar los caminos de esta hermosa tierra del Quetzal, la cual se encontraba al borde del abismo por la mala administración de los gobernantes de turno.

Pero como todo cambia, ahora decir que se es diputado del Congreso de la República es deshonroso, debido a que muchos legisladores han manchado la imagen del Organismo Legislativo con sus actos y deshonestidades que han llevado a la ruina el cargo de diputado.

Hace algunas semanas los congresistas blindaron a los secretarios generales de los Partidos Políticos, redactando leyes que los benefician y dejan por un lado otros temas de importancia social como es la salud, educación, seguridad, infraestructura, que podría permitir tener una mejor nación, con menos índices de desnutrición, analfabetismo, inseguridad y sobre todo mejores obras de desarrollo social.

Por esa razón es que nos toca estar pendientes del quehacer político, que no tiene claro que su función es velar por el desarrollo de una nación y no para beneficiar a una clase politiquera que legisla en detrimento de las grandes mayorías. ¡Pero lo que no saben ellos es que Juan Pueblo los juzgará!.

Artículo anteriorReina chapina representa la belleza y cultura guatemalteca
Artículo siguiente¿Es válido exigir el Diezmo? -1-