Guatemala es y ha sido un país de doble moral en donde la ley se aplica severamente en algunos casos pero en idénticas circunstancias se ejercita la vista gorda cuando así conviene a determinados intereses. Ayer publicamos la cita textual de la declaración que dio el encargado de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado, Mario Duarte, con relación a las supuestas 100 capturas de terroristas realizadas (¿ilegalmente?) según el presidente Jimmy Morales. Y dijo: “Le puedo citar el ejemplo de varios ciudadanos de origen sirio que fueron detenidos en 2016 con documentación falsa, por lo cual fueron procesados y sujetos a un proceso penal. Estos individuos fueron deportados de acuerdo con nuestras leyes”.
Si fueron procesados y sujetos a proceso penal y posteriormente deportados de acuerdo a las leyes, debiera ser fácil establecer detalles del proceso, pero sin duda no les conviene porque idéntica fue la situación de la familia Bitkov que entró a Guatemala con documentos tan falsos que hacían aparecer como chapines de origen a los rusos que, de aplicarse la ley correctamente y por parejo, debieron ser también deportados luego de comprobarse, como ya se hizo, la falsedad de esa documentación de identidad adquirida mediante el pago de mordidas.
Nadie que obtiene mediante pago documentos de identidad falsos puede alegar que ha sido engañado porque recibió precisamente el producto por el cual pagó a los tramitadores que se encargaron de obtenerlos. Pero resulta que aprovechando la coyuntura nacional y el interés del presidente Morales y el Pacto de Corruptos por destruir a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, plantearon su tema como una conspiración del gobierno de Vladimir Putin en contubernio con la CICIG simplemente porque en las investigaciones sobre las mafias en migración, apareció el caso concreto de esos inmigrantes tan ilegales como los que Trump, desde Estados Unidos, denuncia con todo vigor, energía y desprecio.
Si a dos ciudadanos sirios que entraron al país con documentos falsos se les siguió proceso y como resultado fueron deportados con arreglo a nuestras leyes, cuál puede ser la diferencia en el caso de la familia rusa. No juzgamos las circunstancias en que se produjo su escape de Rusia pero al venir aquí debieron haber pedido el refugio o asilo de manera inmediata como lo hacen aquellos que están en peligro, sin recurrir al soborno para fingirse guatemaltecos, lo cual hubiera cambiado todo por completo.
En cambio, arropados por el Pacto de Corruptos por sus ataques a la CICIG, se han quedado, evitando la deportación, al ponerse al servicio de los pícaros.