Mario Alberto Carrera

marioalbertocarrera@gmail.com

Premio Nacional de Literatura 1999. Quetzal de Oro. Subdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua. Miembro correspondiente de la Real Academia Española. Profesor jubilado de la Facultad de Humanidades USAC y ex director de su Departamento de Letras. Ex director de la Casa de la Cultura de la USAC. Condecorado con la Orden de Isabel La Católica. Ex columnista de La Nación, El Gráfico, Siglo XXI y Crónica de la que fue miembro de su consejo editorial, primera época. Ex director del suplemento cultural de La Hora y de La Nación. Ex embajador de Guatemala en Italia, Grecia y Colombia. Ha publicado más de 25 libros en México, Colombia, Guatemala y Costa Rica.

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El casi judicializado diputado Felipe Alejos montó una tramoya en el Congreso –aprovechándose de que momentáneamente ejercía de Presidente– para integrar una comisión investigadora en torno a la compra del ya famoso edificio de la zona 5, para ampliar las instalaciones del MP. Según él y su grupito –mediante su alucinado proyecto– podrían llevar a los tribunales a la Dra. Thelma Aldana.

Pero el proyecto de marras –conducido fogosa y osadamente por el señor Juan Ramón Lau– sólo ha servido –enrostrado a la opinión pública– para exhibir como retorcidos a los ponentes.

Para cualquiera que tenga dos dedos de frente, es decir, que posea un poco de sentido común –y por los diversos contextos políticos que se ofrecen claramente– son obvias las intenciones oscuras de la comisión. No es el interés por el bien común quien los guía, sino los intereses creados del grupúsculo y los intereses –de otros– por interpósita persona.

El señor Lau –quien dicho sea de paso era empleado y aguerrido y alentado miembro del sindicato del Organismo Judicial cuando la Dra. Thelma Aldana fue magistrada y Presidenta del mismo– se basa para enderezar –ahigadado– las acciones en contra de la exfiscal (dijo él en entrevista) en el Artículo 171 de la Constitución, Artículo que es casi tan largo y tan ancho y tan vago y undívago, como China y Rusia Juntas. Hay que llegar al inciso m) para encontrar –tal vez– el argumento de la excéntrica comisión. ¿Y por qué razono así? Pues porque en ese inciso cabe casi cualquier cosa, para investigar y fiscalizar –de parte del Congreso– todo asunto de la administración pública, lesivo. Y este no es el caso.

Es evidente que esta Comisión del Congreso (que intenta procesar a la Licda. Aldana) nació muerta por asfixia de mala fe. El público lector, auditor o televidente (y además de boca a boca) comenta el sentido de represalia que desde su concepción, el engendro poseía con aromas macabros. Alejos, su gestor principal es perseguido por la justicia y a un paso está de ser llevado ante el juez y seguir la andadura de la quinceañera Baldetti. Y ante tan justa persecución –creo que ya iniciada en tiempos de la Licda. Aldana en el MP– Filipao (buen jugador en todos los campos del pecado) respirando venganza quiso cebarse en la exfiscal pero, otra vez como se dice, le salió el tiro por la culata sonoramente.

Para contestar a todo este infundio y amañado proceso ¡lastimosamente!, del Congreso (porque Alejos y Lau y Etc. son diputados) Thelma Aldana ha respondido, en su cuenta de Twitter, a los osados diputados que la intentan acobardar, desbordado talento jurídico –en España se le califica certeramente como una de las mejores juristas de América– con valentía y fundamento al decir, por ejemplo:

“Durante meses he sido objeto de calumnias y, en las últimas semanas, de ilegales intentos de someterme a un juicio político dirigido por los intereses de un diputado señalado en casos de corrupción, que conformó una comisión ilegal e inmoral con otros legisladores cuestionados.”

El próximo lunes terminaré con este tema de tanta trascendencia jurídica y nacional.

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