David Barrientos

napo10211@gmail.com

Guatemalteco con educación para el análisis de coyuntura, administración, dirección, alta gestión y coordinación de proyectos de seguridad, defensa, logística y manejo de crisis, con experiencias en el liderazgo de grandes unidades militares e interinstitucionales, actualmente consultor independiente y doctorando en ciencias sociales.

post author

David Barrientos
napo102@hotmail.com

Desde el año 2015 a la fecha hemos podido observar acontecimientos que han desnudado parte de la realidad del país, misma que tenía que conocerse en algún momento, seguramente aún hay más, los medios de comunicación con la convicción y orientación que tengan, han dado a conocer y a la vez soslayado aspectos de acuerdo a sus convicciones, patrocinios e intereses, pero lo cierto es que han permitido socializar, y en el mejor caso analizar y aprender a muchos guatemaltecos dentro de los que me incluyo, de la realidad guatemalteca, y por supuesto excluyo a los que todo lo saben y todo lo pueden, a los dueños de la verdad, donde no cabe el pensamiento crítico.

Lo cierto es que el momento político que Guatemala vive no debe extrañarnos, en una construcción de democracia es necesaria la opinión divergente, permitida la organización y manifestación social de diferentes corrientes y grupos de interés, por los medios disponibles; es positivo que muchas de las controversias se ventilen mediáticamente, por muchos años estas controversias fueron dirimidas sin conocimiento de la sociedad, es más a sus espaldas, esto es parte de la democracia; obviamente hay sectores que han salido más lastimados que otros, unos porque han abusado de su poder y control de la política criolla, otros porque han quedado en estadios negativos producto de la historia reciente de este país, otros se han visto arrastrados por las circunstancias, otros porque se acostumbraron a que sus voces eran la ley, entre otros.

Este escenario de controversias, manifestaciones, acciones legales, incluso de hecho, debe permitir un espacio de reflexión en los tomadores de decisiones y desfogar en alternativas de unidad nacional, donde prevalezca la razón, esto incluye a gobierno, diferentes grupos de interés nacional, incluso a la comunidad internacional, y no alimentar la confrontación, si no contribuir en la búsqueda de soluciones imparciales y desideologizadas, los guatemaltecos se están cansando y lo peor, se agudiza la inestabilidad económica e impacta, incluso, reduce a la clase media y aumenta la pobreza en el país. Por tanto, es necesario que los guatemaltecos dejemos de ser espectadores y participemos activamente en los espacios que estén a nuestro alcance, de lo contrario continuaremos estando en las manos de los que viven del estado actual de las cosas, y que no han sido capaces de crear y vender propuesta de país.

Las manifestaciones han escalado, hay señales de confrontación violenta incluso, que a nadie le convienen, pero ahí están. La lucha contra la corrupción todos la aplaudimos, pero no podemos esconder que luego de algunos años, ha sido evidente la parcialidad de la misma, lo que da cabida a la generación de la duda razonable y por consiguiente a crear confusión en la sociedad que tiene acceso a información general. La actual crisis pone a prueba a los guatemaltecos, estemos atentos y apuntemos al bien común, evitemos la respuesta desorganizada que puede ser una fase de las crisis. Que prevalezca la razón.

 

Artículo anterior“Palacio Nacional de la Historia y de la Cultura” (II)
Artículo siguienteComentocracia o chirmolería chapina