Stu Velasco

stuvelascoprospectiva@gmail.com

Comisario General (PNC) en buen uso de su retiro. Experto en seguridad ciudadana, servir a Guatemala es mi ¡mayor pasión! Criminólogo y Criminalista (UMG). Magíster Artium en Estudios Estratégicos por la Universidad Rafael Landívar. M.A. en Seguridad Pública por la Universidad Galileo. Consultor en análisis estratégico,  procesos de inteligencia, gerencia de crisis y administración de riesgos. Constructor de una mejor sociedad para nuestras futuras generaciones.

post author

Stu Velasco
stuvelascoprospectiva@gmail.com

Pregonar a nuestras hijas e hijos como a las generaciones que nos sucederán, que la libertad es una utopía o una ilusión construida sobre una aparente verdad, que se utiliza para convencer de generación en generación de la existencia de un abstracto que al final nos sujeta a un destino determinado, que nos condena a depender de extraños y de instrucciones que en distinto idioma al español se dan, hacerlo es darnos por derrotados y apagar los sueños de los nuestros, de los que han de continuar velando por una mejor Guatemala.

En septiembre celebramos el mes patrio, el de la libertad que fue firmada aquel 15 de Septiembre de 1821, y que nos separó formalmente y en ley de la corona española, claro con siglos de historias y tortuosos sufrimientos para aquellas mujeres y hombres que vivieron bajo el dominio y dureza de la corona, libertad que no dependerá de la firma de un célebre documento, sino de la que logremos construir cada uno de los guatemaltecos, a través de trabajo tesonero y el legado que cada uno de nosotros forje para nuestras futuras generaciones.

La libertad a la que debemos aspirar y por la cual nos corresponde luchar es la que permita a nuestras venideras generaciones poseer un país con oportunidades, con mejor calidad de vida, educación, salud, seguridad, empleo, libre de corrupción, en donde propios y extraños decidan aterrizar e invertir porque es una Guatemala libre y segura.

¿Pero qué debemos hacer cada día para ir construyendo y fortaleciendo los pilares de aquella libertad estampada hace 197 años? ¿Continuar demandando cada 15 de Septiembre soberanía, real libertad y gritando ofuscados que nuestra libertad es una farsa? NO es esa la actitud, ni lo será para presumirla a nuestras hijas e hijos. Más bien será una trágica y avergonzada justificación ante ellos.

Seremos libres en medida actuemos como verdaderos guatemaltecos, siendo ejemplo de trabajo, de responsabilidad ante nuestras obligaciones, pregonando rectitud, pero también demostrándola, exigiendo nuestros derechos, pero también cumpliendo nuestras obligaciones y demostrando con nuestras acciones que estamos dispuestos a fortalecer la libertad que heredamos.

Y por qué no decirlo forjaremos nuestra libertad, demandando cero corrupción a nuestros gobernantes-funcionarios y a nosotros mismos, porque ahí reside un alto porcentaje de nuestra libertad, pero nada estaremos haciendo si nosotros  toleramos la corrupción cuando a nuestra conveniencia actúe, si la consentimos cuando de sobornar se trate al oficial de cumplimiento que debió aplicar la ley, coludir al fiscal,  si pago al magistrado o juez por su resolución, si legislo para mis intereses, si gobierno para mi conveniencia,  si por obtener el contrato vendo mi honra y el honor de mi familia, si titulo falsedades porque me pagan grupos de poder o políticos,  si corremos a votar por quien nos hizo el mejor regalo, o por quienes mejor canción propagaron, si confundo mis ideales  y pretendo ensuciar mi bandera, si continúo cegado por el odio y guerra, si no propongo una verdadera paz.

Si sabidos que no hacemos lo correcto ni lo transparente, pero elegimos lo oscuro y contaminado porque así al menos en esta ocasión me conviene…  entonces no forjamos libertad, aseguramos el embate y sufrimiento de nuestros relevos generacionales.

“Ser libres no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que se respete y mejore la libertad de los demás”, (Nelson Mandela).

¡Nos corresponde forjar nuestra libertad!

Artículo anteriorNormas vigentes relacionadas con el “secreto bancario”
Artículo siguienteDiálogo, pero sin buscar impunidad