Luis Enrique Pérez

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Nació el 3 de junio de 1946. Ha sido profesor universitario de filosofía, y columnista de varios periódicos de Guatemala, en los cuales ha publicado por lo menos 3,500 artículos sobre economía, política, derecho, historia, ciencia y filosofía. En 1995 impartió la lección inaugural de la Universidad Francisco Marroquín.

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Luis Enrique Pérez

En mayo del año 1998, el Ministro de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, Fritz García-Gallont creó una comisión cuya función era proponer un proyecto de modernización del Aeropuerto Internacional “La Aurora”. La comisión fue presidida por el competente ingeniero guatemalteco Fernando García Molina, y financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo. Fui miembro de esta comisión por solicitud de García Molina. La comisión fue disuelta en el mes de abril del año 2000, casi tres meses después del comienzo del gobierno de Alfonso Portillo Cabrera.

Con el fin de modernizar los servicios aeroportuarios internacionales de Guatemala, de modo tal que pudieran satisfacer las futuras demandas de transporte aéreo de pasajeros y de carga, la comisión contrató los servicios de consultoría de la empresa Infrastructure Management Group, cuya sede estaba en Estados Unidos de América.

Una de las conclusiones de la empresa consultora fue que, en una época en que la economía se internacionalizaba, el comercio exterior aumentaba, la industria aeronáutica se expandía y se renovaba, la navegación aérea se auxiliaba con una novedosa tecnología de orientación, la competencia por el turismo aumentaba, y el mismo transporte aéreo adquiría una creciente importancia, Guatemala necesitaba brindar urgentemente modernos servicios aeroportuarios internacionales.

En conexión con la necesidad de que Guatemala modernizara sus servicios aeroportuarios, la empresa consultora comprobó que el aeropuerto La Aurora no podía satisfacer ya plenamente la demanda de servicios para transporte de personas y de carga. Era obsoleto. Por ejemplo, la pista de aterrizaje era muy corta, y por ello las grandes aeronaves no podían emprender vuelo completamente cargadas hacia Asia o Europa. Algunas empresas aéreas afirmaban que el transporte aéreo hacia Guatemala, o desde Guatemala, era antieconómico. Precisamente otros países centroamericanos, y países del Caribe, comenzaban a modernizar su servicios aeroportuarios internacionales, que prometían ser notablemente mejores que los que brindaba Guatemala.

La empresa consultora calculó el beneficio y el costo de invertir por lo menos ciento cincuenta millones de dólares en mejorar el aeropuerto La Aurora, y no construir un nuevo aeropuerto internacional. También calculó el beneficio y el costo de invertir por lo menos 500 millones de dólares en construir un nuevo aeropuerto. La comparación de costo y beneficio de ambas opciones demostró que era más beneficioso construir un nuevo aeropuerto, e invertir en mejorar La Aurora únicamente para que brindara servicios aeroportuarios internacionales durante el tiempo de construcción del nuevo aeropuerto.

Era más beneficioso construir un nuevo aeropuerto principalmente porque, en un tiempo próximo al año 2020, sería imposible expandir más el aeropuerto La Aurora. Y mejorarlo para que persistiera en ser el principal aeropuerto internacional del país, era muy costoso: había que invertir 150 millones de dólares, es decir, invertir 30% del costo de un nuevo aeropuerto.

La empresa consultora contrató expertos internacionales para elegir los sitios más idóneos en los que podía ser construido un nuevo aeropuerto internacional. Los expertos encontraron seis sitios, de los cuales cinco estaban ubicados en la región sur del país, y uno estaba ubicado en el departamento de Guatemala; pero fuera del municipio de Guatemala. El nuevo aeropuerto sería construido con recursos privados, y el gobierno de Guatemala aportaría el terreno para construirlo.

Ya que un nuevo aeropuerto internacional suele planificarse y construirse en un período de por lo menos diez años, debía tomarse pronto la decisión de construirlo. El nuevo aeropuerto contribuiría a que nuestro país ya no tuviera que sobrevivir miserablemente en la economía mundial, sino contribuiría a que estuviera mejor dotado para competir ventajosamente.

La empresa consultora comunicó al Banco Interamericano de Desarrollo el producto de su estudio. Opino que es uno de los mejores estudios sobre la construcción de un nuevo aeropuerto internacional en Guatemala. Quizá es el mejor. Casi veinte años después, ese estudio preserva su validez.

Post scriptum. Un nuevo y moderno aeropuerto internacional no es meramente una opción sino una necesidad para fomentar la prosperidad económica de nuestro país, principalmente mediante un mayor comercio exterior.

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