Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com
Existe una expresión que a mi padre le agradaba mucho, la cual dice: “Si quieres resolver una tarea búscate a un hombre ocupado, porque el desocupado no te servirá”.
Esta expresión de cierta manera se convirtió en parte de mi vida porque adicionalmente a mis actividades estudiantiles y empresariales, con Enrique Secaira Magaña, Gustavo Porras, Willy Cruz, Gabriel Orellana, Ramiro Ordóñez y otros compañeros de la Universidad Rafael Landívar creamos las asociaciones estudiantiles y en la Facultad de Derecho hicimos la Constituyente, que creó los estatutos de esa organización que todavía perduran, además fuimos parte de la Junta Directiva en repetidas oportunidades como secretario, como tesorero y como el vicepresidente.
Durante esos años logramos que la Constituyente que existió durante el gobierno de Peralta Azurdia reconociera la igualdad de derechos entre los estudiantes de la Universidad de San Carlos de Guatemala y los estudiantes de las facultades privadas, avance democrático que ha perdurado en la Constitución y en las normas que rigen a los estudiantes universitarios, a sus universidades y facultades.
Así mismo, la asociación de estudiantes de derecho creó el periódico estudiantil llamado “Lex” y la publicación académica “Siete Partidas”, publicaciones que según entiendo también perduran hasta la fecha.
Debo de recordar que fue en esa época en la que movimientos estudiantiles produjeron que parte de los estudiantes se involucraran con el movimiento de los padres y hermanas de la orden Maryknoll, de la cual Willy Cruz, Gustavo Porras y otros se convirtieron, sin darse cuenta, en simpatizantes y después activos colaboradores de lo que era el movimiento de izquierda o de guerrilla en Guatemala.
Cuando a mí me invitaron a participar en algunas de las reuniones, mi edad y mi experiencia me permitieron darme cuenta que eso no sería solo un movimiento social sino un movimiento de colaboración a la guerrilla, razón por la cual, con el debido respeto a sus opiniones e ideas, les indiqué que yo no participaría en esas acciones; lo que no impidió que en algún momento dado la policía judicial de Guatemala revisara mi casa y pensara que yo estaba involucrado, lo cual pudieron comprobar que no era así.
Lo que sí realicé durante esos años fue, además de lo ya señalado estudiantil y empresarialmente fue el involucrarme en la dirigencia empresarial del país, tres años estuve en la Junta Directiva de la Asociación Guatemalteca de Transporte, como vocal y como vicepresidente, compartiendo dicha directiva con Carlos Palmieri y con otros conocidos empresarios del transporte.
Posteriormente vuelvo a recordar que se me pidió presidir el Comité Gremial de Transporte Terrestre de la Cámara de Comercio, el cual me fue entregado por Rodolfo Escobar. Ejercí la presidencia por un año, con la connotación que al año siguiente don Arturo Guirola, que era el presidente saliente de la Junta Directiva, me pidió aceptar en la Cámara de Comercio la candidatura de vocal II de la Junta Directiva la cual integré con Rodolfo Noitze como presidente por dos años.
En esos años también fui parte de la Comisión de Comunicaciones de la cámara que presidió Francisco Pérez de Antón, que era secretario de la Junta Directiva de dicha cámara. A los dos años, en una interesante competencia interna de la cámara, Mario Echeverría fue electo presidente de la Junta Directiva y yo tuve el honor de ser electo secretario, por dos años. En esos mismos años fui electo representante de la Junta Directiva del seguro social.
¡Guatemala es primero!
Continuará.