Stu Velasco
stuvelascoprospectiva@gmail.com
En Guatemala existen diversos fenómenos sociales, realidades que vive y padece nuestra sociedad, desde actos violentos y criminales que afectan a miles de familias, como pobreza extrema, desnutrición, falta de empleo, oportunidades de desarrollo, falta de certeza jurídica, escenarios críticos para la inversión nacional y extranjera; un complejo escenario político que mantiene al país en constantes episodios de inestabilidad social, un Sistema de Seguridad y Justicia trémulo.
Un gobierno abstraído en una guerra contra lo que ha definido a su mayor adversario la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Por otro lado, una defensa férrea de grupos de sociedad civil, ciudadanos y la propia Comisión, llevándose la pugna a estratos internacionales, y no es para menos dado que está en juego el futuro de nuestra Guatemala, todo esto ocasiona que el centro de atención sea la evolución de este severo enfrentamiento. Válido que concentremos, en gran manera, la vigilancia como sociedad, en este momento histórico.
Padecemos también una cruel realidad que continúa sufriendo nuestra niñez y adolescencia, víctima de: asesinatos, desapariciones, violencia sexual, trata de personas, maltrato y torturas dentro de sus propias familias, delitos que amenazan su vida e integridad, que demanda en verdad la atención y esfuerzo en primer orden del presidente de la República Jimmy Morales, de su gobierno, de los Sistemas de Seguridad y Justicia del país, y claro más que evidente de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de la República, que a pesar de ser la principal responsable de cuarenta y un niñas calcinadas en el Hogar Virgen de la Asunción en marzo de 2017, no da muestras concretas que semejante y cruel fin de las niñas haya producido cambios estructurales y reformado su obsoleto sistema de atención a nuestra niñez y adolescencia, que si bien es un problema que heredó de gobiernos pasados, debió, como mínimo, demostrar que en realidad le interesa nunca volver a sacrificar a nadie más que esté a su resguardo.
Para esperanza y oportunidad de nuestra niñez y adolescencia existen en Guatemala organizaciones serias y comprometidas por velar y prevenir una mejor atención y auxilio a la niñez guatemalteca, tal es el caso de la Asociación El Refugio de la Niñez, que el martes 10 de julio del presente año, presentó un importante proyecto que promete ser una herramienta clave para la prevención y reacción de delitos que se cometan contra la niñez de nuestro país, denominado el proyecto “Mecanismos de protección para víctimas de trata de personas a través de programas de ADN forense”, el mismo está respaldado por la Universidad del Norte de Texas y ya es utilizado por el FBI, este consiste en la creación de una base de datos sistematizada, que resguarde información científica de niñas y niños menores de edad y adultos desaparecidos, como por ejemplo el ácido desoxirribonucleico/ADN, el cual podría ser obtenido de cabello, cordón umbilical, cepillo de pelo, que debe ser proporcionado por familiares. La implementación de este innovador proyecto agilizaría los procesos de cotejo genético y serían aplicables nacional e internacionalmente con bases en datos ya existentes. Lo cual revolucionaría los procesos de identificación y búsqueda de personas desaparecidas.
A la presentación asistieron, Director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Fiscal General del Ministerio Público, Procurador General de la Nación, Organismo Judicial, Secretaria Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas (Svet), Congreso de la República, a quienes les queda la responsabilidad y obligación de hacer realidad este vital proyecto, darle la atención que demanda nuestra niñez en su grito de auxilio, el cual exige prontitud ojalá en tiempo récord y no en tres años.
¡Nuestra niñez no puede esperar más!