El presidente del Tribunal Supremo Electoral dijo ayer que en el expediente sobre la cancelación del partido oficial, FCN, cualquier eventualidad genera suspicacia y que no hay razón para dudar de ellos. Pero debe entender el magistrado que la suspicacia es razonable y fundada porque el órgano que preside ha sido extraordinariamente tolerante con ese partido desde el momento mismo en que se quiso tirar toda la responsabilidad del financiamiento electoral ilícito a una contadora que no tenía arte ni parte en manejos como los que hicieron con empresarios para cubrir, sin dejar huella, el pago de los fiscales de mesa.
Por ello un “error” en la notificación del proceso para cancelar al partido, lo que les extiende el plazo y les da más tiempo para que puedan arreglar y armar su defensa, obviamente despierta algo más que simples suspicacias, porque los hechos han mostrado que el Tribunal Supremo Electoral no actuó con la misma diligencia que mostró cuando canceló a los partidos Patriota y Lider, no obstante que en el caso del FCN está demostrado que había elementos más que suficientes para actuar de la misma manera.
El problema ha estado en que los magistrados del Tribunal Supremo Electoral llegaron a comentar que si procedían conforme a la ley dejarían al país sin partidos políticos y que por ello había que ir poco a poco y ser menos drásticos. La ley es la ley y tiene que cumplirse y si todos los partidos han actuado en forma que riñe con las normas, deben atenerse a las consecuencias. No puede ser que para mantener un remedo de democracia como el que tenemos, en el que el verdadero generador del mandato no es el pueblo sino los financistas que pagan los gastos de campaña y sobornan a los políticos desde que son candidatos, se adopten actitudes para hacerse de la vista gorda ante flagrantes violaciones de la ley.
Y en los casos de FCN y la UNE los magistrados deberían de sentir vergüenza porque es obvio que están dando un trato preferente a grupos que hicieron exactamente lo mismo que llevó a la cancelación del PP y de Lider. No puede un Tribunal, por más que sus magistrados sean designados por la clase política para proteger sus intereses, usar doble rasero para medir situaciones iguales.
El Presidente del TSE habla de suspicacia ante eventualidades cuando lo que hay es suspicacia ante incoherentes actitudes del Tribunal que no ha sabido dar cumplimiento a lo establecido en ley y que hace micos y pericos para proteger al oficialismo y la UNE.