Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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Fernando Mollinedo C.

No, es por los triunfos futbolísticos de la selección mexicana que como latinoamericano, pudiera agradecer públicamente al país vecino; se trata de un agradecimiento muy especial por haber sido el primero en protestar ante las autoridades estadounidenses por la ignominia que estuvieron y están padeciendo los niños inmigrantes que huyendo de la pobreza o muerte fueron separados de sus padres al pasar la frontera de México y Estados Unidos confinándolos a jaulas y tipificándolos de forma trumpidiota como delincuentes de alta peligrosidad social.

El Canciller mexicano, protestó enérgicamente el mismo día que fue conocido el tratamiento delictivo por parte de las policías migratorias para con los infantes detenidos solos o acompañados de adultos por infringir las leyes migratorias en una clara contravención a los Derechos del Niño. El Canciller mexicano lo hizo con celeridad en un gesto humano de caridad, compasión y celo humano para un trato digno a esas criaturas en su mayoría centroamericanas.

Por eso es el agradecimiento, porque el gobierno mexicano con todo y su convulsión política, mostró valores humanos en resguardo de la vida sin importar nacionalidades, contrario a la estúpida indiferencia mostrada por las autoridades guatemaltecas, lo que nos mostró una vez más, la ignorancia y desnutrición ética y moral de quienes utilizando el nombre de Dios, la Democracia y la Libertad dirigen la administración pública.

México a través de la Historia de Guatemala, ha sido el refugio natural para salvaguardar la vida de quienes se hicieron acreedores al odio y enemistad de las camarillas gobernantes; hayan sido de izquierda, derecha, en medio, atrás o adelante. Hace muchos años, mi madre, mis hermanos y yo gozamos de esa altruista protección al igual que miles de compatriotas; por eso también, otra vez ¡GRACIAS MÉXICO!

Gracias por sus esforzados “Topos” y la lección axiológica, de humanidad y sensibilidad gubernamental; por eso: ¡GRACIAS MÉXICO! por hacer lo que debieron haber hecho las actuales autoridades guatemaltecas dirigidas por quienes muestran el derrumbe de sus valores más elementales y se precian de ser cristianos y además, ni corruptos ni ladrones.

GRACIAS AMIGOS DEL MUNDO por la valiosa ayuda enviada y paliar la situación de los damnificados por la erupción del Volcán de Fuego; ahora les pedimos de favor, que a nivel diplomático pidan en su momento una rendición de cuentas para conocer el destino de su ayuda material y económica, porque aquí, hoy al igual que hace cuarenta y dos años, en 1976 con el terremoto, el Ejército recibió, manejó y distribuyó la ayuda internacional y nacional recibida. ¿Llegó a su destino? BETO… a saber (la población recuerda que no).

En Guatemala la pobreza no es opcional, pues es un pasaporte seguro a la muerte, pasando por varias etapas previas como exclusión social, marginamiento, enfermedad y tristeza. Las condiciones sociales y económicas de explotación y abandono social que materializaron la inconformidad en movimientos armados, persiste. Por ello, miles de guatemaltecos migran con la esperanza de, por lo menos, aunque lejos, vivir y comer en paz.

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