Bien se ha dicho que la terquedad de Donald Trump con el tema de las noticias falsas, “Fake News”, es precisamente porque él es un mentiroso patológico que cree que todos son igual que él y porque es tanta su tendencia al engaño que termina creyéndose sus propias patrañas. Instituciones sólidas como la prensa norteamericana no pueden publicar mentiras porque lo que pondrían en entredicho es su mayor capital, es decir la credibilidad que se va ganando con mucho esfuerzo y a punta de ser veraces. Pues viene todo esto a cuento porque Jimmy Morales, quien ve a Trump como ejemplo en tantas cosas y con quien se esmera en quedar bien, ayer habló del tema acusando a la prensa de mentir para crear alarma en la población y dijo que eso había ocurrido con los habitantes de Escuintla al día siguiente de la erupción volcánica, ignorante como siempre de que fue la misma Conred que él despedazó nombrando a gente incapaz, la que lanzó la alerta que provocó el caos en esa cabecera departamental.

Todos los políticos del mundo se quejan de la prensa cuando publica noticias que les son adversas y por ello es que resulta tan atacada la libertad de expresión. Los aduladores que rodean a los gobernantes les viven repitiendo que son la octava maravilla del mundo y, cuando sale algo negativo, les dicen que no hagan caso a la “prensa mentirosa”. Mientras más mediocre es un mandatario, más se cree lo que dicen sus aduladores porque se termina metiendo en la concha de protección que provee ese círculo selecto de amigotes que saben cómo sacar raja a la debilidad y mediocridad.

Para Morales toda la prensa es corrupta y se mueve únicamente al ritmo de la fafa, no obstante que tiene pruebas contundentes de que existen medios que no andan pidiendo pauta publicitaria. Él ha podido comprobarlo con casos como el de La Hora que cuando critica lo hace de frente y cuyos directores, cuando tuvieron oportunidad de aconsejarlo, jamás pidieron nada a cambio más que un compromiso para servir realmente al país y a esa gente que se ha ido quedando atrás por la falta de políticas para ofrecerles oportunidades. Por supuesto Morales ni siquiera entendió lo que se le proponía para no solo salvar su gobierno sino para salvarlo a él personalmente.

El león juzga por su condición porque si alguien se destacó por ser propagador de Fake News fue su vocero, destituido de manera fulminante después de que simplemente repitió el libreto que aprendió desde el primer día.

Redacción La Hora

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