Juan Francisco Reyes

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Juan Francisco Reyes López
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En la historia de todos los países se producen crisis, algunas naturales, algunas políticas y dependiendo de cómo estas son enfrentadas y resueltas, así saldrá calificado el mandatario respectivo.

La independencia de Centroamérica se produce en una crisis, donde el entonces capitán general Gabino Gaínza, quien había sido uno de los generales que se enfrentara a la libertad e independencia de Chile, había sido trasladado por la corona española a Guatemala y Centroamérica. Esta vez, con la experiencia que tenía, aceptó convertirse en el primer Presidente de Centroamérica y así salir localmente muy airoso de la crisis.

La ciudad Santiago de los Caballeros de Guatemala sufrió un terremoto y el capitán general de ese entonces tuvo que decidir si la ciudad se reconstruía en la hoy Antigua Guatemala o si se trasladaba al Valle de la Ermita.

Acertadamente decidió trasladarla al Valle de la Ermita, un valle mucho más amplio y más alejado de los volcanes de Agua, de Fuego y Acatenango. Al hacerlo, la población se dividió: una decidió permanecer en Antigua Guatemala y la gran mayoría determinó trasladarse.

Siguiendo la tradición de dos normas españolas, la ciudad  fue trazada de forma rectangular, siendo el centro lo que es hoy la Plaza de la Constitución, en un lado se le otorgó a la Municipalidad de Guatemala, al frente de ésta posición se construyó la Catedral Metropolitana, el Palacio Arzobispal y el Colegio de Infantes.

En los otros dos costados de la plaza, se le asignó al Palacio de los Capitanes hoy Palacio Nacional y la cuarta posición, enfrente del Palacio, al Portal del Comercio. De forma rectangular, se trazaron las calles y las avenidas, concediendo gratuitamente manzanas y medias manzanas a las principales familias que se trasladaron.

Esta decisión hizo que este capitán general quedara en muy buenas condiciones políticas.

Durante el terremoto de 1976, el presidente electo de forma dudosa, el general Kjell Laugerud, quien no estaba consolidado como presidente, al producirse el terremoto, acuñó la frase: “Guatemala está herida, pero no de muerte”  y se movilizó por Tecpán, Chimaltenango,  así como por la ciudad capital y otras ciudades, con un equipo de oficiales, con pala en mano y casco puesto, y no simplemente observó el descombramiento sino que participó, durante horas y varios días, en la tarea física.  Adicionalmente, nombró como ente coordinador de la crisis a lo que era el grupo de oficiales y profesores de la academia del Estado Mayor del Ejército, quienes desplegaron desde el principio una intensa actividad, se afincaron en el aeropuerto militar La Aurora y desde ahí recibían los contenedores y ayuda que vino de los Estados Unidos, México y Centroamérica. No se pusieron a detenerlos en las fronteras, más bien, furgón que llegaba se le asignaba un conductor que venía a la capital de inmediato, en donde era redistribuido, según los criterios de necesidad por el coronel Ricardo Méndez Ruiz, quien era el segundo en el mando de esta unidad de ejecución.

El sector empresarial también se integró de inmediato, no una Cámara sino todo CACIF y las Cámaras que lo integran asignándose diferentes tareas para así actuar y no solo pensar en actuar.

Esto hizo que Kjell se convirtiera en un Presidente de la República, respetado y apreciado.
¡Guatemala es primero!

Continuará…

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