Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es
“La gestión es hacer las cosas bien; el liderazgo es hacer las cosas correctas”
Peter Drucker.
La vida, en general, se encuentra llena de retos, diariamente el ser humano se enfrenta a más de uno, cuando es público, porque la persona que lo afronta, se convierte a ojos de los demás en un personaje, cumplir con las expectativas de cumplirlo se tornan más difíciles, situación que no debe constituir una complicación, y si traer más de una satisfacción.
En el MP, los dos últimos periodos, dirigidos por mujeres, las dos han grabado en la institución su entrega a la misma, pero ante todo su forma de hacer cada día mejor el trabajo para el que se les ha designado, con sus diferencias, y sus claroscuros, ambas han demostrado que se pueden hacer mejor las cosas, y que el servicio público puede enaltecer a quien lo ejerce, así como lo han hecho otros y otras antes.
Nos encontramos ante una nueva etapa en la vida de la institución, desde que en cumplimiento a lo establecido en la Constitución, se separó de la Procuraduría General de la Nación, convirtiéndose en el ente que ejecuta la investigación de cada caso y como consecuencia la persecución penal, aunque con sus desaciertos, propios de los seres humanos, se puede apreciar un alto grado de capacidad y responsabilidad.
El reto de la licenciada Porras, hoy Fiscal General de la República no es en sí, solamente mejorar el trabajo de sus antecesoras, es imprimirle su sello, sin perder ni un ápice de lo logrado, tarea difícil para cualquier persona, no se buscan heroínas, tampoco héroes, pero sí personas comprometidas, pero ante todo, lo esperado sería que objetivas, porque de los actos de cada uno de los representantes de la institución, depende el buen funcionamiento de la misma.
Llegar a la institución sin estigma es imposible, eliminarlo es el desafío, se ha demostrado que se puede, que no importan los antecedentes buenos, o menos buenos, porque pueden ser subjetivos por quienes los emiten, la actual fiscal debe dejarlos atrás si es que los tiene, y si no, cualquier elemento de duda, e iniciar de cero, porque el país debe seguir caminando en la lucha contra la delincuencia sin importar el color de la misma, siempre y cuando se respete el debido proceso, y la presunción de inocencia, mismos que se han violentado infinidad de veces, y que es una práctica que debe desaparecer, pues actualmente no se demuestra la culpabilidad de la persona, se demuestra la inocencia, y esa práctica debe desaparecer, por presunciones nadie es culpable, ni debe ser tratado como tal.
Además de mantener la confianza en la institución, la nueva jefa del MP tiene como tarea fundamental, darle seguimiento a los casos en proceso, hasta lograr, con mínimas excepciones lo que su antecesora no logró: Condenas de los hasta hoy supuestos delincuentes, ya que si existe una deuda de su antecesora, esta es la conclusión de los diversos casos, teniendo como elemento esencial, la aplicación de la Justicia, siendo la misma el mayor valor al que aspira el ser humano.
Siempre he pensado que el trabajo que viene es más difícil que el anterior, cuando una institución se encuentra bien posicionada en la percepción de la sociedad, de ahí que mientras más expectativas se crea en una institución, mayor es su debilidad, porque el ser humano tiende a exigir a los mejores más, y a los peores nada, una de las grandes debilidades de la sociedad.
He de subrayar que dentro del equipo de la doctora Porras, se encuentra un profesional reconocido no solamente por sus calidades humanas, sino por su profesionalismo, educación y alta consideración: El doctor Rony Eulalio López, un profesional muy valorado dentro del gremio.
La tarea para la actual Fiscal es ardua, porque dado el trabajo de sus antecesoras, ella no debe ser ni un ápice menos, su línea de trabajo puede ser diferente, más no su capacidad y liderazgo dentro de la institución, aunque puede parecer cuesta arriba, para quien sabe cuál es su función, el camino se debe tornar lo menos complicado posible.
Esperamos pues de las nuevas autoridades principiando por su jefa, un trabajo eficiente, justo y capaz, pero ante todo objetivo, ¿Tarea difícil? Probablemente, pero no imposible.