La Universidad de San Carlos de Guatemala inició hoy el proceso para elección de Rector Magnífico de esa casa de estudios que no ha escapado a la corruptela y cooptación que se sufre en todos los estamentos del Estado en donde se ha abandonado la responsabilidad institucional para colocarse al servicio de la perversa corrupción. Basta ver el derroche de recursos que hay en estas elecciones para entender que algo anda muy, pero muy mal.

La rectoría no es un puesto que permita recuperar honradamente los millones que se gastan en las campañas electorales que se financian también en secreto y con dinero de variado origen, tal y como ocurre con los puestos de elección de todo el país, a donde llegan individuos con la intención y el deber de pagar a los financistas con toda una gama de favores y privilegios. La universidad que fue cuna de nuestro ejercicio democrático, donde se elegía a los mejores académicos para los puestos más importantes, sin necesidad de campañas millonarias, se terminó pervirtiendo y lo hizo más en cuanto más poder tuvo para ser parte del entramado general de la cooptación, vía las comisiones postuladoras que juegan un papel decisivo en ese juego de poderes.

Por ello es que así como los estudiantes rescataron la Asociación de Estudiantes Universitarios se debe también rescatar toda la universidad a donde han llegado los vientos de los pactos entre corruptos al punto de que se han manoseado las formas de elección, marginando a los profesores que no son parte del paquete comprometido y dejando sin capacidad de voto a miles de estudiantes.

Los profesionales egresados de la Usac pueden dar un apoyo importante al movimiento de estudiantes dignos que está surgiendo con fuerza para avanzar en la transformación de la universidad de todos para que vuelva a ser aquel motivo de orgullo para el país y para los sancarlistas que han ido viendo el progresivo deterioro de la más importante universidad del país como resultado de esos compromisos adquiridos que son el motivo esencial de las autoridades electas en medio de un auténtico régimen de cooptación.

Ver el campus de nuestra universidad en estos días es una muestra de cómo el clientelismo y la propaganda sigue comprando votos en Guatemala y no sólo en los puestos de mayor importancia política, sino en los mismos cargos. Salen sobrando las credenciales de los aspirantes porque lo que cuenta es el pisto con el que logran movilizar masivamente a los electores. Es importante que el sancarlista dé ejemplo de dignidad repudiando a la cooptación de la pistocracia.

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