Jorge Santos
Ayer en una conferencia de prensa el Ministerio Público –MP– y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala –CICIG– daban a conocer una serie de hechos que constituían el resultado de una investigación sobre cómo varios empresarios financiaron ilícitamente al partido político FCN-Nación, que llevó a Jimmy Morales al poder. Luego de ello, en conferencia de prensa, algunos empresarios mencionados en la investigación, ofrecían disculpas por un “error” cometido en lo que ellos mismos calificaron de premura y en aras de contribuir a la democracia.
Vaya descaro y cinismo el observado ayer por parte de empresarios como Salvador Paiz, Felipe Bosch Gutiérrez y otros ahí presentes. Jamás reconocen el delito cometido, sino más bien el “error” que en su “buena voluntad” cometieron al intentar que se respetara el voto de todos. Vaya forma de seguir mintiendo frente a hechos claramente observables en la realidad concreta. Y es que este tipo de delitos, no sólo se han cometido en colusión con FCN-Nación, sino también frente a otros partidos políticos, los cuales les han significado contratos, protección comercial, subsidios, amnistías fiscales, pero también seguridad, represión a comunidades en resistencia a sus proyectos de saqueo. Y es que acaso, no habrá sido el pago que Cementos Progreso otorgó al Partido Patriota, el que dio paso a la barbárica represión en San Juan Sacatepéquez o la posibilidad de construir la Franja Transversal del Norte en el Gobierno de la UNE, entre otra serie de privilegios que se les ha otorgado históricamente a esta estructura de la oligarquía.
La población guatemalteca debemos comprender que este financiamiento ilícito por parte de la oligarquía guatemalteca a FCN-Nación tan sólo es un hecho, hoy constatado a través de una investigación criminal, sin embargo han sido ellos los que han diseñado este modelo de Estado, han estado detrás de la elaboración de leyes, incluidas las de los partidos políticos, ya que a través de estos se agencian de privilegios y los mecanismos de seguir expoliando las finanzas y recursos públicos.
Cómo mínimo, estos empresarios miembros de la oligarquía en el país a través de este delito cometido, son corresponsables, junto a Jimmy Morales y la estructura de FCN-Nación del debacle y deterioro de las condiciones de vida de las y los guatemaltecos. Son corresponsables de las muertes de niños y niñas por desnutrición, son corresponsables del deterioro de la infraestructura, son corresponsables de la ineptitud, incapacidad e impunidad generada desde el Organismo Ejecutivo y el Legislativo; son corresponsables de llevar a un racista y mal comediante al poder y que junto a él se pusieran a cargo de instituciones públicas a sus amigos y que estos a su vez hayan producido actos tan abominables como el incendio en el Hogar Virgen de la Asunción. De esa cuenta, es que estos “empresarios” además de pedir perdón, también merecen la cárcel, suspensión de sus posibilidades de optar a cargos públicos, imposibilidad de ser contratistas del Estado y resarcir por los graves delitos cometidos.