Jesús Alvizures
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Con tristeza se ve el horizonte donde campea el despilfarro de capitales, esto se da en diferentes instituciones ligadas al gobierno en una u otra coyuntura. El Tribunal Supremo Electoral se sabe que hará una inversión de Q300 millones en la Consulta Popular y en la Cumbre de Presidentes la SAAS como si no tuviera automotores, comprará vehículos, dice, para traslado y seguridad de los presidentes que formarán parte de dicha cumbre interamericana con sede en nuestro país e invertirá Q5 millones.

Todo esto se da mientras hay hambre y desnutrición en las áreas marginales, pueblos y caseríos del país. Somos un pueblo pobre con lujo de capitalista. Y por si fuera poco plagado de corruptos, estos que buscan cercenar el brazo extensible de la Ley.

Se hace hincapié en la visión creíble de la columna de Opinión “Hacia el Bochorno” de Diario La Hora en referencia a la falta de información para la Consulta Popular ciudadana del reclamo territorial del acuerdo Guatemala – Belice; el referendo sobre espacio insular y marítimo, para que éste sea sometido a la Corte Internacional de Justicia. Esta información es responsabilidad del Gobierno y el Tribunal Supremo Electoral. De ellos depende el éxito o el fracaso de la Consulta.

Para el conocimiento de las juventudes de hombres y mujeres de la actualidad, Belice fue territorio maya y por ende guatemalteco en la época precolombina y figuró en nuestro mapa territorial, pero por las disputas y la emancipación beliceña este fue de ahí cercenado.

Mas ahora Guatemala busca que los ciudadanos guatemaltecos reafirmen con su voto, las reclamaciones que serán sometidas a dicha Corte Internacional; ésta que no ignora los antecedentes históricos de lo que se está reclamando por la vía de la Ley; ésta que regula los derechos de los Océanos.

Dictamen violatorio:
El presidente prepotente Jorge Serrano Elías en su mandato 1991 – 1993, en un acto irresponsable y conociendo la lucha histórica territorial guatemalteca, reconoció la independencia de Belice.

Guatemala se ha caracterizado por tener después de los gobiernos de la Revolución mandatarios que han venido a buscar poder y fortuna, han venido a servirse y no a servir al pueblo, este que ha sido explotado bajo el manto de la impunidad.

Se sabe que la historia jamás volverá a registrar a otro Jorge Ubico, a otro Juan José Arévalo, a otro Jacobo Árbenz, no es que se sea pesimista pero esta es la realidad que ha enfrentado el país; con la denominada democracia y la descentralización de los bienes del Estado se hicieron negocios millonarios y se gestaron nuevos acaudalados; dije en una ocasión en su oportunidad: “Que si la democracia de los pueblos que se llaman libres es el hambre nosotros no queremos democracia”.

Nuestro sufrido pueblo se debe acorazar con el emblema del patriotismo y caminar con rectitud hacia un futuro; en un gesto de buena voluntad que destruya los intereses mezquinos de los que creen tener la sartén por el mango.

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