Marco Tulio Trejo Paíz

Es una barbaridad eso de los accidentes de tránsito en la capital. El problema es serio, pero alguien debe tomar la batuta para corregir el problema y evitar que mueran personas inocentes por la irresponsabilidad de un conductor.

Se habla mucho sobre que estos accidentes ocurren por falta de mantenimiento de los automotores, pero otros dicen que es por desconocimiento de las leyes de tránsito y la excesiva velocidad.

Hace algunos días platiqué con una persona amiga del percance donde perdieron la vida siete personas y más de una decena resultaron lesionadas, unas más y otras menos.

Ambos coincidimos que la raíz de todo esto estriba en que algunas academias de automovilismo se han dedicado a vender las licencias de conducir a diestra y siniestra, sin pensar en el daño que están ocasionando.

El Departamento de Tránsito debe retomar el control de la extensión de este documento, que permite andar por las calles y avenidas con un vehículo, que en dado momento, se convierte en un arma mortal.

Pero también concordamos en que los “Honorables Diputados”, deben de legislar leyes que permita a las Policías Municipales de Tránsito, multar a los pilotos que no se conduzcan con precaución, y deducir responsabilidades a los dueños de los vehículos que no den mantenimiento a los mismos.

Se ha conocido en los medios de comunicación que la autoridad ha encontrado personas analfabetas al frente de un timón, como es posible que esta persona haya logrado sacar su licencia, sino puede leer la Ley de Tránsito, la cual con sus falencias nos da una luz para conducirnos lo más correctamente posible.

Es necesario que se haga algo, las estadísticas indican que durante 2017 hubo más de 9 mil personas muertas sobre la cinta asfáltica, lo cual es alarmante y lamentable desde cualquier punto de vista.

Los guatemaltecos no podemos permitir que siga creciendo este problema, ayer fueron ocho muertos, mañana serán diez o más, como sucede en los accidentes de camionetas del servicio público de pasajeros.

Las PMT deben de unir esfuerzos para poner más controles, se deben revisar licencias y el estado de los vehículos, sobre todo los de pasajeros y de transporte pesado, en las carreteras se puede observar que las llantas con las que circulan se encuentran en mal estado, lo cual es totalmente riesgoso si tomamos en cuenta velocidad y estado de las carreteras.

Otras de las cosas que platicamos con mi amistad, es que las empresas de transporte colectivo y pesado, no tienen políticas laborales para sus pilotos, los hombres estos trabajan día y noche y hacen turnos muy duros que afectan su rendimiento físico y mental, lo cual también conlleva a que exista un peligro en la conducción de estos automotores.

En fin, las autoridades encargadas de velar por la seguridad sobre la cinta asfáltica, deben tomar cartas en el asunto para no seguir viendo este tipo de escenarios de muerte, que dejan luto entre la población honrada y trabajadora. A ver si el clamor popular, hace trabajar a nuestras autoridades para evitar que Juan Pueblo siga lamentándose de este tipo de circunstancias que dejan muchas familias afectadas.

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