Factor Méndez Doninelli

“En este momento, cuando reconocen mi partido, lo difícil es lograr que no me maten, ya que las técnicas de la ultraderecha para sostenerse en el poder han cambiado. En la actualidad la derecha ha enarbolado la bandera del crimen, jugando al asesinato político”.
Manuel Colom Argueta. Última entrevista, cuatro días antes de ser ejecutado.
(Guatemala, 19 de marzo de 1979).

Desde su ejecución en 1979, se acumulan 39 años de impunidad. En Guatemala, el nombre de MANUEL COLOM ARGUETA, está ligado a la lucha popular y democrática impulsada contra las dictaduras militares que usurparon el poder público durante la segunda mitad del siglo pasado. Colom Argueta fue ejecutado extrajudicialmente el 22 de marzo de 1979, por órdenes de altos mandos militares entre quienes destaca el general David Cancinos, Jefe del Estado Mayor de la Defensa, a quien se atribuye la autoría intelectual de dicho ataque. Colom Argueta fundó el Frente Unido de la Revolución (FUR), el partido que se consolidó como organización política para aglutinar a las fuerzas de izquierda en las elecciones generales de 1982.

Colom Argueta intentó durante décadas inscribir su partido, primero como Unidad Revolucionaria Democrática (URD), después como Frente de Unidad Revolucionaria Democrática (FURD) y por último como Frente Unido de la Revolución (FUR), inscrito el 15 de marzo de 1979 ocho días antes de su eliminación violenta.

Meme, como popularmente se le llamaba, nació en ciudad Guatemala, el 8 de abril de 1932. Estudió primaria en escuela El Rosario, Liceo Infantil y Escuela Nacional República de Costa Rica. Se graduó de Bachiller en el Instituto Nacional Central para Varones (INCV), fue presidente de la Asociación de Estudiantes. En 1950 ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac). Se graduó de Abogado y Notario en 1957. Acreedor de una beca para estudiar urbanismo en Florencia, Italia, culminó estudios de posgrado en 1960. Destacó como intelectual, académico, profesor universitario, político revolucionario, fue el mejor Alcalde de ciudad Guatemala y siendo candidato a la presidencia de la República fue ejecutado.

En 1955, integró el grupo de 33 ciudadanos opuestos al plebiscito para confirmar en el poder al coronel Carlos Castillo Armas, cabecilla de la invasión armada financiada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, que en 1954 derrocaron al Gobierno constitucional y democrático del coronel Jacobo Árbenz Guzmán.

Se distinguió como líder carismático, vertical, sin renunciar jamás a sus principios y valores, defensor de causas justas, de los sectores sociales históricamente excluidos y discriminados. Defendió intereses populares e incansable lucha por las causas del pueblo. Sus principios revolucionarios, la conciencia social forjada al calor de la lucha popular y pertinaz actitud lo situaron como dirigente de masas campesinas, indígenas, trabajadoras, sectores de profesionales e intelectuales democráticos, convencidos de que la lucha por medios legales y pacíficos crearía espacios de participación para promover un clima de paz y democracia. Las élites y sus lacayos le arrebataron la vida.

El Decálogo del FUR proponía: 1. Independencia política y económica del país. 2. Libertad, garantía de seguridad para el trabajador. 3. Tierra para el campesino. 4. Educación y cultura para el pueblo. 5. Reedición del costo de vida. 6. Vivienda y asistencia sanitaria. 7. Mayor autonomía en la administración local. 8. Desarrollo y protección para la industria nacional. 9. Utilización racional de los recursos nacionales. 10. Eficiencia, honestidad y austeridad administrativa.

Artículo anterior100 años para armar
Artículo siguienteEl acontecer trascendental