Lic. Douglas Abadía C.
douglas.abadia@gmail.com

Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), el acoso sexual puede definirse como “Acoso que tiene por objeto obtener los favores sexuales de una persona cuando lo realiza abusa de su posición de superioridad sobre quien lo sufre”.

El acoso sexual no es un fenómeno nuevo, famosos del ámbito político, deportivo, artístico, religioso, empresarial, etc. se han visto a lo largo de la historia vinculados a casos de acoso sexual; el acoso sexual tampoco discrimina género.

Recientemente ha cobrado auge a nivel mundial, la denuncia de personas que han sufrido acoso sexual, especialmente en el caso del medio artístico y deportivo de Hollywood en los Estados Unidos de Norteamérica.

En el ámbito político han pasado veinte años aproximadamente desde el escándalo del expresidente de Usa, Bill Clinton, quien negó haber tenido relaciones sexuales con una subalterna (Mónica Lewinski), 27 años más joven que él.

Recientemente el acoso sexual ha empañado al ámbito artístico, con el caso del productor de cine, Harvey Weinstein, quien a finales del año 2017 se le señaló de decenas de acusaciones en su contra por acoso sexual, acoso y violaciones.

El ámbito deportivo no escapa a este flagelo, más de una decena de empleados del equipo de basketball de la NBA en USA, los Dallas Mavericks han denunciado al expresidente de la institución deportiva, Terdema Ussery, de acoso sexual y machismo.

Finalmente, el ámbito político también se ve vinculado al acoso sexual, recientemente en el lejano país de Australia, su viceprimer ministro, Barnaby Joyce, fue acusado de acoso sexual por una jovencita 20 años más joven que él, con quien espera un hijo; hoy martes según palabras del señor Joyce, habría dimitido al cargo de Viceprimer Ministro de Australia.

La clasificación realizada por Bowie, Fisher y Cooper de acuerdo a la cual la violencia en el lugar de trabajo puede dividirse en cuatro tipos: I) externa o invasiva, II) relacionada con el consumidor, III) interpersonal y IV) organizacional, el acoso sexual se ubica en la tercera de ellas.

Finalmente, el acoso sexual puede presentarse de distintas maneras: como chantaje, cuando se condiciona a la víctima con la consecución de un beneficio laboral ?aumento de sueldo, promoción o incluso la permanencia en el empleo? para que acceda a comportamientos de connotación sexual.

Como ambiente laboral hostil en el que la conducta da lugar a situaciones de intimidación o humillación de la víctima.

En Guatemala, la denuncia del acoso sexual es en términos porcentuales muy baja, pues prevalece la cultura del miedo a través de la disuasión e intimidación; tanto en la iniciativa privada como en el sector público ocurren acosos sexuales todos los días; aunque considero que se está convirtiendo en un mal silencioso pero “conveniente,” para algunas personas, pues el acoso sexual se da tanto en hombres como mujeres. El acoso sexual entre personas del mismo sexo es reciente pero con una tendencia al alza.

Debemos fortalecer la cultura de la denuncia, pues solo a través de ésta se podrán prevenir y evitar dolor y sufrimiento en los y las damnificados por este fenómeno; aunque cabe la duda de los porqués las denuncias han llegado muy tarde, juzgue usted.

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