Marco Tulio Trejo Paiz

Es la realidad, no estoy exagerando.

El gobernante Morales a quien ya le falta menos de la mitad del período, felizmente se embolsa cada mes un salario de mayor cuantía que el de todos que tienen el poder en toda América Latina.

Estas cifras hablan con elocuencia de la verdad; de la verdad verdadera, valga el pleonasmo.

Al día el salario monta a Q4,718.77; mensualmente Q141,563; pero no le basta y sus colaboradores le compraron tres pares de lentes con dinero del erario a Q21,900 cada uno que costaron Q65,700. Jimmy gana 50 veces el salario mínimo del país.

Antes de ascender al poder, sobre todo cuando fue candidato, su lema de batalla fue: “ni corrupto, ni ladrón”.

En la llanura era un ciudadano común y corriente, pero en la guayaba se le olvidó y perdió la oportunidad de marcar diferencias.

No es lo mismo verla venir que venir con ella, se dice refraneramente.

Otra cosa, a Jimmy se le veía algo humildón, más en la actualidad se le está viendo soberbión…

Hay quienes consideran que la accesibilidad al mandamás de la burocracia puede no ser fácil, sino difícil, como a los dictadores de pasadas glorias…

Es comprensible que a don Jimmy lo mantengan abrumado los problemas nacionales, pero de cuando en cuando puede dar acceso al pueblo que apela al Presidente.

Entre los problemas que afectan al país y al pueblo están las carreteras a consecuencia del invierno y, por supuesto, del paso de millones de vehículos.

Ojalá que en lo que le resta actuar en el mullido sillón del Palacio Nacional, el jefe del gobierno esté en condiciones propicias para dinamizar las múltiples cosas para darles la mejor solución…

Juan Pueblo no está dormido y lo capta todo.

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