Fernando Mollinedo C.

La mayoría de los ciudadanos relacionan el progreso con un mejor nivel de vida, es decir, que si hubiera entre otros: a) ingreso es suficiente y digno, b) suficientes oportunidades de empleo para hombres y mujeres, c) gozo de la seguridad social, d) entorno ambiental sano para sus hijos y para ellos mismos, e) certeza en su patrimonio, y f) la existencia de instituciones confiables y éticas que los representen, ESO ES INCLUSIÓN y es a lo que los guatemaltecos aspiramos.

¿Podría el gobierno guatemalteco estructurar políticas que permitan el progreso generando un incremento en la productividad y en el nivel de inclusión? Muchos países avanzan constantemente en ese rubro O ¿estamos viviendo “al rompe y rasga” en materia económica? ¿Quién o quiénes nos representaron en el reciente Foro Económico Mundial realizado en Davos, Suiza y en qué forma promovieron a nuestro país?

Davos, donde confluyen las ideas globales que programan acciones viables para el desarrollo de todos los países en todos sus ámbitos; de las 103 economías categorizadas como “avanzadas y emergentes”, que estuvieron representadas, los países que alcanzaron las peores calificaciones son aquellos que apoyan el crecimiento, inclusión y sostenibilidad a corto plazo; es lógico que Guatemala se sitúe entre las economías emergentes que deberían lograr crecimiento y desarrollo, equidad intergeneracional, sustentabilidad e inclusión.

No soy economista, pero aplicando el desarrollo humano integral veo que Guatemala podría aprovechar los ejemplos de otros países que, con su economía han tenido un aumento de la esperanza de vida, confort, acceso a la información y otros rubros para el bienestar de la población, empresas y sector productivo.

Parte de la discusión en el Foro de Davos fue para encontrar formas empresariales que puedan convertirse en reformadoras de sus organizaciones y los sistemas económicos de competencia, competitividad, transparencia y eficiencia, que son los valores clave para construir el nuevo modelo para desarrollar sus operaciones. Entre esos valores destacables de la economía contemporánea está el control de la inflación.

En los últimos diez años, el mercado interno se ha desarrollado con dinamismo de manera importante; veo el número de comercios en las calles y para mí, eso supone una muestra de crecimiento, aunque la falta de creación de empleos y el bajo nivel salarial no permite salir de la pobreza a tantos millones de guatemaltecos.

La desconfianza en las instituciones gubernamentales no es gratuita, se acentuó por los escándalos de corrupción, negligencia, desdén, impunidad e impudicia de una clase gobernante que no sabe ni quiere responder a los desafíos de una sociedad en continuo crecimiento. Es necesario impulsar la cultura empresarial en la población, para la generación de desarrollo social y rentabilidad financiera con negocios que produzcan ganancias para sus inversores.

Las nuevas generaciones de empresarios podrían imponer una nueva conciencia empresarial-social que ayude al país; porque ahora, cuando no queda nadie en quien confiar, tenemos que confiar en nosotros mismos.

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