Edgar Villanueva

Ayer, al cumplirse un año de tomar posesión como Secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, realizó una intervención en la Universidad de Texas, sobre la política de su país hacia el Hemisferio Occidental. Para los estadounidenses el Hemisferio Occidental comprende todos aquellos países ubicados en lo que todos conocemos como América, desde Canadá hasta Argentina, incluyendo el Caribe, una zona donde yacen muchos de sus intereses.

El Secretario Tillerson empezó indicando los tres pilares de la política de EE. UU. en el Hemisferio Occidental: crecimiento económico, seguridad y gobernabilidad. Si nos parece haberlo escuchado antes, es porque el Embajador estadounidense en Guatemala, Luis Arreaga ha venido haciendo énfasis en dichos pilares y su contenido desde el día que aterrizó en nuestro país. En su intervención, dedicó a Centroamérica breves, pero concisas intervenciones que dejan muy claros los temas en los cuales se puede trabajar con los Estados Unidos.

Primero, habló sobre energía, resaltando el deseo de trabajar para fortalecer el mercado regional y modernizar la red. En mi opinión, ambos elementos forman parte de un objetivo superior: integrar energéticamente a Centroamérica a la red hemisférica con el afán de buscar precios bajos para la energía que permitan impulsar la economía. Este será un tema donde EE. UU., tendrá que ayudar a Guatemala para convencer a nuestros vecinos a una verdadera integración que permita mercados abiertos y competitivos.

El segundo tema al que se refirió fue seguridad, iniciando con una aceptación de la corresponsabilidad que Estados Unidos tiene hacia la región con respecto al consumo de drogas e indicando que desea trabajar con la región para abordar de manera conjunta esta amenaza. Un elemento de su intervención al que deben de poner atención nuestras autoridades es el fortalecimiento de la frontera sur mexicana. Si el trabajo conjunto no incluye a Guatemala o deja fuera elementos como la generación de condiciones económicas en Centroamérica o el fortalecimiento institucional regional para combatir al crimen organizado transnacional, endurecer la frontera mexicana puede generar un “tapón” que exacerbe las condiciones de pobreza, inseguridad y migración que ya se viven en nuestros países. Algo mencionó en este sentido, el Secretario Tillerson, al expresar que más oportunidades para los Centroamericanos implican un debilitamiento de crimen organizado, dando a entender que el ingrediente económico también es importante.

En diversos momentos de su intervención, el Secretario de Estado expresó el compromiso de su país para erradicar la corrupción, mencionando un apoyo total a CICIG en Guatemala. Para los que tuvimos la oportunidad de ver su discurso, nos queda claro que, el tema transversal al que los Estados Unidos le estará apostando en América Latina y el Caribe es el combate a la corrupción por las profundas raíces que esta tiene en nuestros países, pero también por el gran potencial que ven en nuestra región para consolidar gobiernos y economías que funcionen para el bienestar de la mayoría. Como dirían los abuelitos: ¿Quién con una luz se pierde?

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