Edith González

“El doctor Castañeda es un guatemalteco que da su vida por sus pacientes”, doctora Judith Obregón.

No ha llegado la luz del sol y docenas de familiares con sus pacientes esperan en las afueras a que la puerta de vidrio de la Unidad de Cirugía Cardiovascular de Guatemala, se abra. Es la puerta que lleva la esperanza de vida a docenas de personas con problemas cardíacos.

En la Pediatría, las madres con sus hijos, algunos recién nacidos, se acomodan en un orden preestablecido para esperar la llamada para ir a exámenes o pasar a la consulta.

Poco a poco el inmueble, ubicado en la zona 11, a la espalda del Hospital Roosevelt se convierte en un punto de vida. Personal altamente calificado va ordenando el paso a las clínicas, donde médicos, hombres y mujeres, especializados, realizan los exámenes, emiten sus diagnósticos y recetan medicamentos y procedimientos.

Presurosa, la doctora Judit Obregón, con 12 años de trabajo en esta clínica explica que en Guatemala al año nacen 2 mil 500 niños con problemas cardíacos, aunque solo unos setecientos llegan para atención.

Agrega que la mayoría de pacientes infantiles son de la capital. Es muy reducido el flujo del interior del país, quizás porque no conocen el proyecto o no saben de la enfermedad de sus hijos.

Siente que el Presupuesto que el Gobierno estrega no alcanza para el nivel de atención que se brinda y se preocupa porque se habla que habrá una disminución del mismo para el siguiente año.

El doctor Gonzalo Calvimontes ha sido el médico de Diego Daniel, mi hijo, quien se sorprende porque él ya no lo recibirá. El doctor Calvimontes, gradualmente se ha hecho cargo de la administración de la clínica, pues el doctor Aldo Castañeda tiene otras obligaciones.

Será la doctora Mirna Álvarez quien le atienda en adelante. De esa manera la “Casa del doctor Aldo Castañeda”, continuará siendo un faro de esperanza para los niños con problemas cardiacos y tranquilidad para los padres.

“Kevin Medrano- dice la doctora Obregón- llegó hace años a la clínica como paciente y ahora comanda a un grupo de jóvenes voluntarios que ayudan en la atención a enfermos y sus familiares. Agrega que es un claro ejemplo de cómo el guatemalteco está dispuesto a responder a quienes en determinando momento le dieron una mano. O quizás, le salvaron la vida, cuando esto parecía difícil.

Al escuchar el postulado de la doctora Obregón sobre el trabajo que realiza, es seguro que este es el mismo de quienes, desde el personal de limpieza hasta el doctor Castañeda manifiestan en el diario vivir.

“Soy una profesional dispuesta a entregar mi corazón, en beneficio de los niños que atendemos”, explica.

“La Casa Mayor del doctor Aldo Castañeda” seguirá sólida, siempre con metas cumplidas y logrando que cientos de niños puedan tener un mejor nivel de vida, pese a sus problemas cardíacos.

Este 1 de diciembre a las 18:00 horas en el parqueo de UNICAR, a la espalda del Roosevelt, se presentará la Marimba Femenina de Conciertos del Ministerio de Cultura y Deportes. La admisión. Q75.00 en apoyo a la atención de los niños con problemas del corazón.

 

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