Factor Méndez Doninelli

“Un promedio de 88 mujeres y niñas fueron asesinadas por mes de enero a octubre de 2017”.
Adriana Quiñónez. Representante ONU Mujeres en Guatemala.

La Humanidad se desarrolla, reproduce, progresa y sobresale constantemente. Desde tiempos inmemoriales, los gustos y preferencias de las personas son disímiles, heterogéneos, divergentes. Van desde la moda, gastronomía, olores, colores, deportes, profesiones, aficiones, ideologías, hasta la diversidad sexual. La Humanidad está formada por seres humanos y por tanto, todas las personas tenemos derechos y libertades que deben ser observados y respetados. Solo reconociendo la existencia de los otros, de las otras personas y su dignidad, estaremos logrando una convivencia libre de discriminación e intolerancia, basada en el respeto y ecuanimidad por las diferencias.

Los principios de igualdad y no discriminación están garantizados en la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), el artículo 1 establece: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos…” Viene al caso esta reflexión por las reacciones adversas que suelen manifestarse, cada vez que se abordan temas relacionados con la orientación sexual, quizá porque para muchas personas sigue siendo un tema tabú, para otras intolerantes o porque el conservadurismo turbado, domina a la razón. En esto último, las religiones tienen mucha responsabilidad por su posición ultraconservadora, obcecada y en algunos casos fundamentalista.

La vida en democracia obliga a los Estados a proteger y garantizar derechos y libertades de todas las personas, no obstante, persisten la discriminación e intolerancia hacia minorías sociales vulnerables, es el caso de la homofobia contra la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transexual e intersexual (LGBTI), víctimas constantes de todo tipo de abusos por su orientación sexual e identidad de género.

Este mes, al concluir la visita a Guatemala del señor Zeid Ra’ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) emitió un comunicado que entre otros temas, aludió a la violencia contra los grupos vulnerables, jóvenes, mujeres, indígenas, migrantes, discapacitados y participó en el lanzamiento de la campaña “Libres e Iguales” destinada a promover derechos de personas pertenecientes a la comunidad LGBTI.

El movimiento LGBT combate la homofobia y demanda la aprobación de leyes que reconozcan la igualdad. Los avances son sostenidos, el consentimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo y la penalización de la homofobia, son algunos de los logros más audaces. Hoy, 23 países del mundo reconocen el matrimonio gay.

En 2019, la ciudad de New York será sede del Festival Mundial del Orgullo Gay (World Pride), que conmemora 50 años del inicio del movimiento gay, surgido el 28 de junio de 1969 a raíz de disturbios en el bar “Stonewall Inn”.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, es el primer organismo internacional en determinar que la penalización de la orientación sexual, es una violación de derechos humanos porque discrimina a la comunidad LGBTI en lo social, laboral, profesional, educativo y de acceso a los servicios de salud.

Por otra parte, cada 25 de noviembre se celebra el Día internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, con ese motivo el Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, presentó la campaña “No dejes a nadie atrás: Pongamos fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”.

La lucha de los grupos vulnerables por el reconocimiento de derechos, se consolida en el Siglo XXI, por lo que nadie debe ignorar la legitimidad de ese reclamo.

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