Factor Méndez Doninelli

El Procurador de Derechos Humanos de Guatemala, Jordán Rodas, ha denunciado que el Gobierno guatemalteco en el marco del Examen Periódico Universal (EPU) presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), un informe que contiene falsedades y oculta la verdadera situación de Derechos Humanos (DD. HH.) en el país.

Esta conducta oficial de mentir a la comunidad internacional, es un viejo truco que el Gobierno utiliza para ocultar la verdad de lo que sucede en el país. Lo sé por experiencia propia, durante la década de 1990 a 2000 estuve acreditado ante la antigua Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Suiza, actuando primero en mi calidad de Director del Centro de Investigación, Estudio y Promoción de Derechos Humanos (CIEPRODH) y luego como Coordinador General de la Comisión para la Defensa de Derechos Humanos en Centroamérica (CODEHUCA), una de mis funciones centrales era presentar informes alternativos sobre la situación de DD. HH. en Guatemala, lo que siempre significó una confrontación constante con los delegados oficiales guatemaltecos, debido a las notorias divergencias existentes entre uno y otro informe.

En aquellos tiempos, todos los años el Gobierno salía perdiendo, era condenado y sancionado por los sistemáticos abusos y violaciones a los DD. HH. cometidas en contra de la población. El resultado infalible siempre fue el mismo, se nombraba un Relator Especial que año tras año, presentaba informes contundentes ante la Asamblea General del alto organismo internacional, desenmascarando la deformación de los hechos, las mentiras oficiales y dejando mal parado al Gobierno.

Esa opaca actitud histórica del Gobierno de Guatemala, es un viejo ardid que pretende engañar a la comunidad internacional, ignorando que los países del resto del mundo reciben informes de sus propios embajadores, por tanto, están bien informados de la realidad, los únicos que quedan en ridículo por mentirosos son el Gobierno y sus representantes.

Fueron precisamente los representantes y embajadores de otros países, quienes evidenciaron la precaria situación estructural que afecta los DD. HH. de la población guatemalteca y se encargaron de desmentir a los delegados del Gobierno de Jimmy Morales, encabezados por el Doctor Jorge Luis Borrayo, presidente de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (COPREDEH).

Por ejemplo, el informe oficial de Guatemala no menciona los rezagos sociales que mantienen al país en condiciones de atraso y subdesarrollo, nada se dijo sobre la desnutrición crónica infantil y la consecuente mortalidad de niños menores de cinco años, o los elevados índices de femicidios consecuencia de las violencias estructurales que vulneran los derechos de las mujeres, tampoco se dijo nada sobre los posibles avances para impulsar un Programa de protección a periodistas y defensores de DD. HH., ni sobre la grave condición de amplios segmentos de población indígena sobre todo rural, que padece hambre. Es pertinente recordar que en América Latina, Guatemala y Haití son los países donde su población sufre más por hambre. También, que en Guatemala la pobreza aumentó en vez de disminuir.

En el EPU de este año, Naciones Unidas recomendó al Gobierno guatemalteco aprobar la Ley de Desarrollo Rural Integral para fortalecer la economía campesina y reducir la pobreza en el área rural.

El informe del Gobierno de Guatemala al Consejo de DD. HH. de la ONU, pretendió ocultar situaciones económicas, sociales y culturales deplorables, sea por la falta de acción o desinterés gubernamental, o bien por la perversa manía de mentir.

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