Lic. Douglas Abadía Cárdenas

En el corto plazo se han venido configurando los posibles escenarios electorales que sucederán en nuestro país.

Ha vuelto a escena pública Sandra Torres, lideresa de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) llevando a cabo la Asamblea Nacional donde fue designada como Secretaria General de la UNE.

Por otro lado, ha estado latente en el ámbito político Alejandro Giammattei, del partido recién nacido VAMOS.

En el corto plazo aparecerán los demás protagonistas del sistema político guatemalteco, como Visión con Valores (ViVa), el TODOS, CREO, FCN, EG, MR, el partido Unionista que ha evidenciado su debilidad y fragmentación en su estructura interna, pues parece ser que únicamente en la ciudad capital continúa teniendo peso en el imaginario colectivo.

La lista de partidos políticos en nuestro país es tan extensa que se obviaron la mayoría, sin embargo hace falta hacer el conteo de cuántos partidos políticos están proceso de formación en base a los requisitos de la ley electoral y de partidos políticos (32 aproximadamente), supongamos que logren superar la fase embrionaria y calculemos a priori que  pueden aparecer en el menú electoral alrededor de 30 partidos políticos disputando la tan ansiada guayaba del poder.

Para los ciudadanos guatemaltecos resultará complejo si tomamos en cuenta la apatía, indiferencia y prejuicios hacia dichas instituciones de derecho público que son determinantes en el fortalecimiento del sistema democrático del país.

Cuando se celebre el próximo proceso electoral en Guatemala, el menú electoral será confuso, pues a mi pensar será una boleta de alrededor de 30 a 35 partidos políticos entre los que tendremos que escoger los ciudadanos a nuestros representantes en el próximo gobierno.

Lo lamentable del caso, en parte, es que cada día existen más partidos políticos en nuestra realidad, más cancioncitas, slogans que aguantan con todo, saturación visual y auditiva de los personajes que andan detrás de las mieles del poder; además, no se ha logrado consolidar el sistema de partidos políticos en el país, pues partidos van y partidos vienen bajo el común denominador de que ninguno de ellos aunque se coaliguen o transen sin la consulta de las bases resulten un gobierno que busca el bien común y no el personal.

Las propuestas de reformas a la ley electoral y de partidos políticos no son satisfactorias, pues no se ha entendido que la reforma debe ser integral.

Otro elemento de análisis es que los que han saboreado las mieles del poder, por cierto hay varios alcaldes y diputados que llevan varios períodos en sus puestos y lo único que han logrado aparte de velar por sus intereses y el de sus financistas es desarrollar habilidades y destrezas para saber moverse en los diferentes partidos políticos o comités cívicos para garantizar su reelección para un período más.

La democracia en Guatemala no ha logrado consolidarse como se esperaba, pues la idea bajo la cual fue concebida no cuaja en esta realidad tercermundista, nos ha quedado a deber, lo único rescatable a mi entender es que se ha respetado al partido que ganó los comicios electorales y ya no han ocurrido golpes de Estado como ocurrieron a lo largo de la historia política guatemalteca.

A manera de señalar una deficiencia del sistema político guatemalteco entre cientos de falencias se encuentra la falta de oxigenación del mismo sistema, pues siempre aparecen los mismos personajes en diferentes partidos; en un proceso x se gritaban, metían zancadilla y ahora son indivisibles y aparentan relacionarse en armonía y sobre todo se olvidan que años atrás eran rivales a muerte.

Finalmente, la población votante nos encontraremos en un año y fracción con un menú electoral  en donde las opciones son tantas, pero a la vez dejan mucho que desear, aparte representa una especie de callejón sin salida pues de todas las opciones que existirán en el próximo evento electoral  creo que ninguna tendrá un plan de gobierno real y viable, un equipo capaz y honesto, transparencia y rendición de cuentas en su gestión, dudo que alguna organización política vaya a priorizar a Guatemala país, espero equivocarme.

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