Obviamente uno de los puntos débiles del sistema para afianzar la impunidad es la actitud que tomó el Ministerio Público en su último período y de esa cuenta, ante la proximidad del proceso para elegir al sucesor de Thelma Aldana, empiezan a calentar motores los que pretenden “rescatar” esa institución para culminar el pacto de impunidad y se pudo ver eso hoy en el programa radial A Primera Hora, donde el eterno servidor del sistema de impunidad, Julio Rivera, sostuvo que en el MP únicamente la Fiscalía Especial Contra la Impunidad funciona porque lo hace bajo el manto de la CICIG, mientras que todo el resto sigue igual que antes.

La idea es regatear méritos a la Fiscal General y lo hacen el mismo día en que, como ocurre a cada rato desde hace algún tiempo, se realizan grandes operativos para desarticular bandas de extorsión y pandillas. El caso es que se tiene que minimizar el trabajo de la Fiscalía porque así es como cualquiera, literalmente hablando de “cualquier cualquiera”, pueda aspirar al cargo sin tener que mostrar las aptitudes que demanda un nuevo Ministerio Público que cambió por completo su mística.

La FECI empezó a trabajar mucho antes de que cambiara el MP, y sus logros no llegaron a ser tan espectaculares como los que se han logrado una vez establecida la dupla de Iván Velásquez y Thelma Aldana. Negar eso es mostrar la mala fe, puesto que aún bajo la gestión de la anterior Fiscal General, Claudia Paz y Paz, fue evidente que el tema de la corrupción no entró en el radar del MP porque eso era algo que se pactaba o se daba por entendido a la hora de la negociación para lograr la nominación. El Ministerio Público en ese tiempo se dedicó a otras cosas, pero no hizo absolutamente nada para atacar la corrupción que es fuente de todos los males del país.

Negar el impacto de la corrupción aún en la incapacidad del Estado para proveer seguridad y justicia es una barbaridad, sobre todo si quien lo hace se presenta como experto en la materia. Cualquiera con dos dedos de frente entiende que son insuficientes los recursos asignados para poder cubrir eficientemente la tarea de investigación y tiene que haber mucha mala leche, como se suele decir, al regatear logros cuando se han realizado avances importantes en contra del sicariato y la extorsión, crímenes que van de la mano, pero en la próxima sucesión del MP ya hay varios que calientan motores llenando el requisito de descalificar la lucha contra la corrupción.

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