Carlos Soto Pineda
Las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTIC´s) “abrieron” una oportunidad única de difusión de datos, hechos, conocimientos y de acontecimientos cotidianos de manera casi instantánea, en tiempo real, pero también así como multiplicaron exponencialmente la velocidad de esa divulgación, aumentaron el riesgo de “sucumbir” al sesgo interesado, a la manipulación personal, gremial y/o mediática y a la deformación misma de esa información.
Así como facilitaron el proceso “comunicacional”, dieron “cabida” también a la comunicación condicionada, parcializada, mediante los estímulos propagados de emisores especializados en la “desinformación” y creación de “opinión” y por la existencia- tal el caso de la sociedad guatemalteca- de RECEPTORES incultos, propensos al chisme, al “linchamiento social” y a la violencia tumultuaria, de una audiencia cobarde (concurrencia mediática) volátil, voluble, que no repara en el origen y antecedentes de esos medios de “agitación” y predisposición a la creación de «opinión».
Guatemala lleva una década (al menos) de manipulación cibernética político-eleccionaria, mediante la utilización acelerada, masiva y AGRESIVA del internet, que ha incidido en los resultados de las “alegres elecciones”, al «volcar» la preferencia o la animadversión hacia determinado candidato.
Habida cuenta de los hechos evidenciados con los casos del «financiamiento electoral ilícito» y de «contribuciones» y «donaciones» a ciertos «movimientos cívicos» coludidos a la «orientación» de la ciudadanía (votante) a la difamación y/o parcialización hacia cierto Partido Político y su designado a la Presidencia de la República y hasta la «muerte cívica» del «contendiente» contra su preferencia.
Eso ha provocado (en la mayoría de casos) que la «mística» –que aún existe y persiste- del periodismo se vaya perdiendo pues se emiten informaciones, notas o rumores de manera irresponsable, donde no existe veracidad sólo el condicionamiento del «patrón» inductor.
Una noticia, una información debe ser VERAZ, ecuánime, totalmente “aséptica” de sesgos personales, comerciales, pecuniarios y hasta ideológicos que puedan pervertir la realidad y percepción auténtica de los acontecimientos.
Lipórico y nauseabundo el caso específico en Guatemala donde algunos mercaderes de opinión que contando con las nociones básicas y atisbos del concepto de la estrategia de Agitación y Propaganda los utilicen de manera perversa para influir sobre la opinión pública y obtener réditos mercantilistas, laborales, “académicos”, sociales o de “poder”.
Evidenciemos pues la burda relación entre esa forma de comunicación que tiene como propósito influir en el accionar, en el comportamiento, en las preferencias de nuestra ciudadanía deformando la realidad, a través de libretos, guiones, “infomerciales” y programas de “análisis informativos” repetitivos, en ediciones recurrentes, difundidos en una amplia variedad de medios convencionales y alternativos, con el objetivo de incidir en la audiencia mediante su manipulación.
Esta sociedad cual los enanos Sindri y Brok por apostar su futuro a los Loki contemporáneos están “forjando” el mazo con el que les infligen el trauma craneoencefálico que los mantiene en coma… Ojalá no sea necesario prestarle el Mjolnir a Thor para despertar la consciencia de ésta sociedad tan manipulable y de doble rasero.